Hacen fila por sus empanadas

Abuelito de Matamoros supera sus achaques y cansancio para hornear y vender galletas, así saca adelante a la mujer de su vida

Adrián González, sale todos los días a vender galletas, hojarascas, deditos y empanadas, para sacar adelante a la mujer de su vida, Tere, quien está a punto de perder su vista por completo:

“Ay mi bella esposa, apenas tenemos 44 años juntos”, dijo don Adrián.

Desde las 4 de la mañana se despierta a preparar la harina, para a partir de las 3 de la tarde comenzar a venderlas en el estacionamiento de plaza fiesta en #Matamoros.

Sus galletas son conocidas como ”las galletas y el bocho” porque tiene años con su bocho, con el que junto a su esposa viajan a Veracruz de donde son oriundos, a Chiapas a visitar a su hija.

Adrián y Tere tienen hijos, 10 nietos y una bisnieta, pero viven solos y felices; “Mi hermosa siempre dice: ya se que llegaste porque suena el bocho”.

“Soy muy feliz con esa mujer, es mi complemento, ella prueba las galletas y me dice que les falta, siempre quiere que las empanadas las dé bien servidas para que la gente quede satisfecha”, nos platicó.

Su esposa necesita una válvula para no perder la vista, pero Adrián afirmó que nunca ha pedido ayuda, él lo que agradece es que le compren sus galletas para poder solventar los gastos para su esposa, incluso con la venta de las galletas fue con su esposa a Monterrey para que fuera operada, operación que le costó 40 mil pesos, y a Reynosa con otra operación de 22 mil.

“Soy un hombre muy feliz y enamorado de mi mujer”, finalizó.