A diferencia de las convencionales, las llamadas vacunas terapéuticas tratan una enfermedad en lugar de prevenirla. Pero también actúan entrenando al sistema inmunológico del cuerpo humano contra el agente invasor. Las vacunas terapéuticas representan hoy una verdadera esperanza en oncología, una «inmunoterapia 2.0», según Bancel.
Los proyectos de Moderna recibieron un impulso el jueves con los últimos resultados de los ensayos clínicos, que muestran una mejora en las posibilidades de supervivencia gracias a la vacuna. La tecnología utilizada es el ARN mensajero (ARNm), que demostró ser muy eficaz contra las formas graves de covid-19.
En un estudio en el que participaron 157 personas con melanoma avanzado, la vacuna de Moderna, en combinación con el fármaco de inmunoterapia Keytruda de Merck, redujo el riesgo de recurrencia o muerte en un 49% durante un período de tres años, en comparación con la administración únicamente de Keytruda.