La fiesta alcanzó su punto máximo cuando el público coreó “quien no salte, es madridista”, y la reacción más efusiva fue sin duda para Julián Álvarez. El campeón del mundo, que llegó procedente del Manchester City, ha sido la segunda inversión más alta en la historia del Atlético, con un traspaso que alcanza los 95 millones de euros entre fijos y variables. Solo Joao Félix, traspasado al Chelsea por 120 millones en 2019, superó esta cifra.
Desde el primer momento en que su imagen apareció en las pantallas del estadio, se sintió un ambiente especial. Y cuando finalmente pisó el césped, la afición estalló en una ovación ensordecedora. “Julián… Álvarez” retumbó en las gradas mientras el jugador avanzaba lentamente hacia el centro del campo, visiblemente emocionado.
“Es un honor estar acá. Ya me dijeron Simeone y los compañeros que me iba a enamorar de esta afición. Es una emoción muy grande. Vamos todos juntos el domingo. ¡Aúpa Atleti!”, expresó Álvarez con entusiasmo.
La fiesta continuó con la presentación de Conor Gallagher, quien llegó desde el Chelsea tras algunas complicaciones en el mercado de transferencias. Gallagher, que ya estuvo en Madrid la semana pasada, fue recibido entre bengalas y motocicletas, con la afición coreando su nombre: “Conor… Gallagher”. El mediocampista inglés, que aún está aprendiendo español, se dirigió a los seguidores con humildad: “No hablo mucho español. Estoy muy feliz. ¡Aúpa Atleti!”.