El amistoso veraniego, ante un rival todavía por confirmar, servirá de banco de pruebas para el nuevo estadio, que reabrirá aún en obras y con una capacidad aproximada de 60 mil espectadores.
Tras dos años de exilio en el Estadio Olímpico Lluís Companys, el primer equipo del Barcelona regresará al barrio de Les Corts pero en una instalación que proseguirá con su plan de reformas durante toda la temporada.
Entre las partes aún pendientes de finalización se encuentran la construcción de la nueva tercera grada, el doble anillo VIP y la instalación de la cubierta, así como la adecuación final de algunos espacios interiores y la urbanización exterior del entorno del estadio.
Con motivo del regreso al Spotify Camp Nou, el Barça ha puesto en marcha una campaña viral, bajo el lema ‘Tornem a casa, vibrem’ (Volvemos a casa, vibramos), que incluye distintas acciones en Barcelona concebidas para reforzar el vínculo entre el club, la afición y la ciudad.
Se espera que el nuevo estadio, que tendrá una capacidad final para 105 mil espectadores, esté acabado para el verano de 2026, aunque es probable que para entonces todavía no tenga instalada la cubierta que culminará la obra y que podría instalarse meses más tarde.
