Las más de 60 sucursales de la cadena Seven en Matamoros dejaron de vender cerveza durante 24 horas por carecer de la licencia de alcoholes expedida por la Oficina Fiscal del Estado.
Con su conocida casaca verde, los trabajadores de las tiendas empezaron a clausurar las hieleras y cuartos fríos de los establecimientos advertidos de la prohibición para comercializar bebidas embriagantes.
Durante varias semanas la franquicia había hecho gran negocio, a propósito de las promociones en la venta de cerveza americana Lite y Budlight.
Cargados con sus paquetes de «doce» y «dieciochos», a hombres y mujeres nos les importaba hacer fila con tal de ahorrarse unos pesos en la venta de cerveza, sin conocer como durante 3 años la cadena Seven violo la Ley de Alcoholes en el Estado al no tramitar una licencia de expendedores del alcohol.
Durante todo este tiempo, los sucursales de Seven, gestionaron de manera global, un permiso provisional de 30 días expedido por el Ayuntamiento de Matamoros para poder comercializar vinos y licores.
Con el visto bueno de la administración municipal, a cargo entonces de Alfonso Sánchez Garza y su director de Alcoholes, Everardo González, la cadena Seven en vez de regularizarse ante el Gobierno del Estado y conseguir su licencia definitiva, opto por tramitar mes con mes ese permiso temporal, hasta que el nuevo gobierno y sus medidas restrictivas con la venta de alcohol enfoco la irregularidad.
El viernes en la tarde se notifico a la cadena que no renovaría el documento, por lo que en los establecimientos esa tarde y parte del sábado se vivió un ambiente de velorio.
Ya con las hieleras cerradas y los cuartos fríos con candado, el -ánimo festivo en los Seven se transformo: termino la camaradería entre trabajadores y clientes, las sonrisas se extinguieron y con sus caras largas más parecían salidos de funeral.
Con la venta de alcohol detenida en 60 negociaciones y perdidas cuantiosas, el área jurídica de la franquicia consiguió para el domingo una extensión del permiso provisional por parte del Ayuntamiento de Matamoros de Leticia Salazar Vázquez, lo que les permitió volver a abrir las hieleras y recuperar la clientela.
