Luego de que manos caritativas reinstalaran el servicio eléctrico a Socorro Martinez y su hijo de talla pequeña Juanito, lo que sigue es que la Junta de Aguas y Drenaje reestructure su adeudo y haga un descuento a los 3 mil pesos que fueron facturados en el último recibo.
Así lo afirmó Imelda Aguirre, coordinadora del CEDIF de la colonias Las Flores y quien puesto marca personal al caso de estos dos solitarios del ejido Buenavista.
«La verdad es que es un caso que nos ha conmovido mucho por las circunstancias de la señora y de su muchacho, que no es muchacho en sí porque tiene más de 50 años, pero que por su tamaño y su salud merece trato de un niño, entonces hemos estado al pendiente de su salud de ellos dos que están solitos y nos preocupan».
La funcionaria del sistema DIF reveló que por encomienda de la presidenta del organismo Veronica Salazar Vázquez está pidiendo a la JAyD que haga una bonificación en el recibo de la vivienda ubicada en la calle Prisciliano Delgado, a unos 300 metros de la carretera a Victoria.
«No los hemos soltado desde que conocimos el caso, estamos sobre de ellos y ahora por pedirle al gerente (Guillermo) Nieves que les rebaje algo, ya que tienen muchos meses que no pagan el agua pues sabemos que son una familia de escasos recursos que no van a poder juntar esos 3 mil pesos nunca».
Además del apoyo del CEDIF Las Flores cuyos médicos acuden al menos dos veces a la semana a la casa que los dos desprotegidos comparten con dos gatos famélicos, hay particulares que al conocer su caso le han llevado desde efectivo, despensas y hasta televisiones para que vea Juanito.
«Sabemos que el caso de ellos tocó el corazón de mucha gente y ojalá que las ayudas le sigan llegando porque son personas que han vivido con privaciones muchos años y lo que les queda de vida todos podemos colaborar a hacerlas llevaderas».
Eso sí, a su manera frontal, Imelda acusó a las vecinos del ejido Buenavista, de enturbiar con infundios el caso de Socorrito y Juanito.
«Cuando escuche que las vecinas hablaron al radio para decir que estaba enferma, yo le llame y me dijo que no, que ellos estaban bien, pero son chismes que luego los vecinos hacen y que no están bien porque preocupan a la gente que los quiere».





