ELPAÍS.-«No busco fama, sino justicia”, dijo Laura Bozzo, famosa conductora de estridentes reality shows en América Latina. Con esa frase, trató de justificar sus intenciones de participar en el juicio que se les sigue a cinco adolescentes, señalados de haber asesinado a un niño de seis años de edad.
Todo es aterrador. Sucedió en Chihuahua, al norte de México. Cinco muchachos decidieron jugar al secuestro con Christopher Márquez. Lo ataron, lo golpearon, lo asfixiaron. También le hundieron un puñal en la espalda. Suele ocurrir: cuando la víctima muere, se acaba el juego. Los adolescentes decidieron enterrar al niño y fingir que nada había pasado. Cuando la policía comenzó a investigar, aparecieron las contradicciones y se descubrió toda la verdad. El escándalo todavía estaba caliente cuando el equipo del programa de Laura Bozzo apareció ante la madre de Christopher y se ofreció para representarla y hacer el seguimiento del caso.





