En un combate cuenta a cuenta, los ex presidentes municipales Erick Silva Santos y Alfonso Sánchez Garza se pelean adeptos para su proyecto político, ese que sueñan los lleve de regreso a la Presidencia Municipal de Matamoros.
Aun y cuando faltan algunos meses para que el Partido Revolucionario Institucional defina quién será su abanderado en las elecciones municipales del 2015, los dos políticos aprietan el paso para conseguir la postulación.
Así al activismo que se les observa en redes sociales, donde ambos se promocionan al antojo y se cuelgan del niño más mocoso, el minusválido, o la vecina más gritona para hacer precampaña, está también su participación en actos públicos donde recio y quedito gritan sus intenciones.
Investigado en Estados Unidos por tener recursos de procedencia ilícita, el ex alcalde Erick Silva Santos ahora en calidad de desempleado abrió el pasado lunes 3 inauguró su oficina de gestoría, que ubicada en la colonia Jardín, promete ser una opción para los ciudadanos.
En una ceremonia lleno de acarreados, donde su hermano gemelo Héctor, le robó el show al llevar su ridículo sombrero de chile piquín y ponerse a bailar con las líderes de colonia, el político repitió como merolico su cantaleta de «Estamos listos», en alusión a su deseo de abanderar al PRI en las próximas elecciones.
No en Matamoros, pero sí en Reynosa, otro ávido de reflectores como es el ex presidente municipal Alfonso Sánchez Garza, se place por la alcaldía a cargo de José Elías Leal, para reconocer ante reporteros su deseo de regresar a la alcaldía de este puerto fronterizo.
Sin pelos en la lengua y con su peinado relamido, Poncho dijo estar dedicado a sus actividades empresariales como constructor, cuando la verdad es que de día y de noche se la pasa metido en reuniones con la estructura que le organizan su ex colaboradores como Isabel Morin o Marcos Alvarado con miras a abanderar al tricolor el próximo año.
Así, sin importar que sus administraciones haya carecido de brillo y que dejaran adeudos económicos pendientes, los dos ex alcaldes se portan como sabuesos detrás de un hueso, en este caso la presidencia municipal de Matamoros.
