
Parael Obispo de la Diócesis de Victoria, ANTONIO GONZÁLEZ SÁNCHEZ, el caso de los estudiantes desaparecidos en el municipio de Iguala, Guerrero, en septiembre 26 de año pasado, traerá repercusiones hacia el gobierno, en los comicios federales.
Eso considera el dignatario de la iglesia católica, dado que, en fecha reciente, un grupo de especialistas independientes echaron abajo la versión sobre la presumible quema de los cadáveres de los normalistas.
“Alguien dijo por ahí que podemos hablar de verdad histórica pero también pero también podemos hablar de mentira histórica”, puntualizó.
En su reflexión establece que, llegado el momento se tendrá efectos en las elecciones federales y del estado.
Se entiende que el guía católico señala, implícitamente, que el PRI, partido en el que milita el presidente, ENRIQUE PEÑA NIETO, perderá votos.
Por supuesto que tiene sentido lo expresado por el Obispo, dado el descontento social que persiste en contra del gobierno federal.
La “receta” es que los buenos gobiernos atraen sufragios para los candidatos de su instituto, mientras que las malas gestiones propician lo contrario.
Sin embargo, se conoce que hay “trucos” susceptibles de marcar la diferencia en los comicios, así prive la crítica y hasta el repudio de los ciudadanos hacia determinada administración.
Por ejemplo, si se inhibe la votación en los comicios es probable que el instituto en el poder y sus aliados refrenden su condición, en tanto
que con el voto duro, pueden alcanzar metas determinadas y ganar las elecciones.
Cierto que la competencia estatal, al igual que en los municipios y distritos despierta mayor entusiasmo entre los electores, pero no deja de estar presente el fenómeno del abstencionismo.
De modo que es pertinente dimensionar el mensaje del Obispo, sin minimizar la experiencia y capacidad de maniobra de los priistas, las cuales, dicho sea de paso, se mueven como peces en el agua, en medio de las crisis.
Recordemos que en las pasadas elecciones federales el comentario recurrente era acerca de la posible debacle de candidatos priistas, debido a la mala calificación de los ciudadanos hacia el presidente de
la república.
Pero el PRI, junto a sus aliados, lograron ser mayoría en la cámara baja, a fin de profundizar en las reformas promovidas por las actual mandatario.
Y precisamente era Tamaulipas uno de los posibles puntos en que se daba por sentado de que si se obtenían cinco diputaciones de las ocho que estaban en juego, sería una gran victoria.
Según se vio, se sobrepasaron las expectativas toda vez que el tricolor se llevó el “carro completo”.
Hasta antes de las elecciones se daban por perdidos al menos los distritos de Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros. La realidad desmintió a comentarios y análisis de avezados opositores, libre pensadores y periodistas.
Es evidente que las circunstancias cambian y, por tanto, los procesos comiciales son distintos, pero también deber considerarse que los priistas y otros institutos perfeccionan sus procedimientos para conservar el poder.
Desde luego que no se está descubriendo el hilo negro, aunque es pertinente tratar de entender el funcionamiento de la maquinaria del Revolucionario Institucional.
Por otro lado, tenemos que las agrupaciones opositoras todavía no han podido capitalizar la irritación de las mayorías de los mexicanos, pese a que esa actitud es evidente.
Sin duda persisten inercias que frenan la participación de los electores, entre otras, campañas amañadas, manejo tendencioso de la información y, principalmente, la incapacidad de organización y participación de quienes se asumen hartos ante los errores recurrentes de las instancias de gobierno.
Con todo y ello, se está llegando al límite y tarde que temprano se dará un cambio trascendental. Como dice la sentencia popular: no hay mal que dure 100 años.
RULETA
Se supone que, previo a las elecciones federales, se levantó un listado para favorecer la ampliación del padrón de beneficiarios de 65 y más, un programa social que opera la federación.
		


