
Entra al relevo el cuarto secretario de Seguridad Pública en Tamaulipas, en lo que va del sexenio, con el nombramiento del general JESÚS MARTÍNEZ Y MARTÍNEZ quien, dicho sea de paso, es alguien que conoce la entidad dado su desempeño en varios municipios.
Sus referencias dan cuenta de que fue comisionado de la Policía Metropolitana en la Zona Conurbada, de 2011 al 2013 y, en fechas posteriores, comandante de los destacamentos militares de Río Bravo, Matamoros, San Fernando, Soto la Marina y Ciudad Victoria.
Luego entonces, el nuevo funcionario de alto nivel en la estructura gubernamental sabe acerca de los problemas de inseguridad que se padecen y en torno a los grupos delincuenciales que operan en la geografía estatal.
Significa que el general no vine a picar piedra, en tanto esta articulado a la estrategia de seguridad y, en ese sentido, deberán verse resultados.
Confiamos en que la sustitución que se da en una secretaria tan importante sea para bien, porque siguen padeciendo eventos que trastocan la tranquilidad de las familias tamaulipecas.
Por supuesto que se han logrado avances en ese sentido pero, lamentablemente, continúan los delitos de alto impacto en tierra cueruda, entre otros los secuestros, al grado de que ocupamos el primer lugar entre las 10 entidades en donde dicho fenómeno es persistente.
Cabe señalar que el nuevo secretario cuenta con una maestría en Seguridad Nacional por el Colegio de la Defensa y tiene 45 años de servicio militar, tanto en el país como en el extranjero.
Suponemos que entre las aportaciones de AYALA estuvieron, al menos, la presentación de proyectos específicos a desarrollar en el sexenio, derivados del Plan Estatal de Desarrollo. No creemos que el militar haya hecho más.
Para sustituirlo llegó a nuestra entidad RAFAEL LOMELÍ MARTÍNEZ, ex coordinador de la Policía Federal en Nuevo León. Tal servidor público duró en la encomienda hasta marzo del 2014, al ser renunciado en medio de especulaciones.
Lo que se dijo, en ese entonces, es que LOMELÍ traía un desorden administrativo y, aunado a ello, había permitido se relajara la disciplina entre los integrantes de la policía acreditable, al grado de que se especulaba que más de un efectivo sucumbió a la tentación de establecer relaciones peligrosas.
A la postre, RAFAEL se fue y asumió el puesto el general ARTURO GUTIÉRREZ GARCÍA, precedido de una imagen que daba cuenta de rectitud y un soporte moral y de fe, basado en sus creencias pero, sobre todo, de resultados en su trabajo.
Sin duda que con él al frente de la secretaría se avanzó, al incrementar a los integrantes de la ahora llamada Fuerza Tamaulipas, al igual que en estrategias de prevención y en echar andar la Universidad de Seguridad y Justicia para la preparación de los recursos humanos de la dependencia, entre otros fines.
Entre las últimas entrevistas que concedió el general, en calidad de secretario, estuvo la dada a reporteros en 16 de septiembre, en
Victoria, en donde subrayó que hubo saldo blanco en todo el estado, durante las fiestas patrias.
Ahí, en el marco del desfile cívico militar, fue cuestionado en torno a la muerte de un elemento de la Fuerza Tamaulipas que, de acuerdo a referencias, habría sido torturado por sus propios compañeros y resultó muerto.
Sobre el tema sostuvo que se investigaba al igual que cualquier otro homicidio y que era la única situación de ese tipo que se tenía.
En relación a su salida de la secretaría, respondió: “Eso ya sabes que en cualquier momento puede suceder, pero no hay ninguna novedad”.
Sin duda uno de las áreas en las que aplica la actual administración estatal es seguridad. De modo que se espera que el reciente relevo sea para bien.
RULETA
La delegación de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural Pesca y Alimentación (SAGARPA) permitió que se violaran las reglas de operación del programa denominado Agroincentivos aplicable a municipios del altiplano tamaulipeco.
Tal ayuda se orienta a la entrega de fertilizante, semilla y químicos para el combate de plagas pero ese beneficio no llegó en tiempo y forma.
Lo peor es que a los productores, recibieran o no el apoyo, se les hizo que firmaran solicitudes con lo cual también cedían su derecho a proveedores para que éstos tuvieran acceso dinero enviado por la SAGARPA.
Eso derivo en que los intermediarios no sólo retrasaron la entrega de los incentivos sino que, cuando lo hicieron efectivo, fue con productos distintos a los marcados en el programa ya que había pasado la temporada de siembra. La justificación, al menos en el presente año,
es que hubo elecciones cuando era la fecha de entrega pese a que el dinero pudo estar disponible antes de la veda electoral.
Se da cuenta que en el presente año se entregaron incentivos del 2014, en mayo 28 de éste año, lo cual fue una suma de 14 millones de pesos en favor de cientos de campesinos. Todavía falta finiquitar parte del 2015 en favor de 900 productores.
En torno a ello, el delgado de la SAGARPA, EDUARDO MANCILLA reconoce que hubo irregularidades pero se dieron entre productores y proveedores. De cualquier manera, establece que si hay denuncias existen las instancias dedicadas hacer las auditorias correspondientes.
Por supuesto que el alto mando de la delegación no puede lavarse las manos. Y es que alguien con autoridad dio el aval para que se hicieran procedimientos inadecuados.
Entre otros no facilitar que se proporcionara a tiempo los productos para la siembra y permitir se cambiaran éstos por láminas, machetes, carretillas y material para construcción.
Lo peor es que hay una lista de presuntos beneficiarios que no sabían de tales apoyos pero ahí aparecen en la relación de Agroincentivos.
Según el Médico Veterinario Zootecnista, RAFAEL AGUILAR GALLARDO, defensor de campesinos, de Tula y Bustamante, se trata de un fraude bien planeado al que no es ajeno el alcalde de Tula, JUAN ADRÉS DÍAZ CRUZ porque habría favorecido a su parentela, entiéndase, proveedores.



