
Cuestión de estilos, EN EL SEXENIO DE CARLOS SALINAS de Gortari fueron cambiados, a la buena o a la mala, 17 gobernadores, rompiendo así todo orden constitucional, se jubilaron a los líderes mafiosos CARLOS JONGUITUD BARRIOS (maestros) y LA QUINA HERNÁNDEZ GALICIA ( petroleros), y llegaron otros peores; también SALINAS «mandó a la goma» al poderoso cartel de los aduanales, que con (in) decencia se hacían llamar «resguardo», nos enjaretó el Tratado de Libre Comercio, pretendió cambiarle de nombre al PRI (le quiso bautizar como Partido Solidaridad), y soñó el hijo de Agualeguas, Nuevo León con extender su mandato durante 18 años. Hasta que pasó lo que pasó, el PRI inventado por PLUTARCO ELÍAS CALLES, perfeccionado por LÁZARO CÁRDENAS y disfrazado de FRANKESTEIN por Miguel de la Madrid y los economistas que le siguieron, lo corrieron por la puerta de atrás.
Sin embargo, SALINAS está de regreso, es la mano que mueve a PEÑA NIETO. Ahora ya no se mueven a los gobernadores, se les encarcela, se les persigue con modales dudosos, se les llama al Gabinete, o se les manda generales para decirles, lo menos, que son unos inútiles.
El martes 13, ¿cabalístico, casualidad?, le tocó a EGIIDO TORRE, el tamaulipeco-neolonés que montado en la sombra de un crimen no aclarado, pregona que gobierna en lo que fue Nuevo Santander.
PORQUE A ESO vino a Reynosa el secretario MIGUEL ANGEL OSORIO CHONG, secretario de Gobernachong (como le dicen en el D.F.) a decir recio y quedito que ya están hartos de tanto horror, de ahora en adelante, en Tamaulipas mandan los militares y no le rendirán cuentas ni a EGIDIO ni al Congreso, menos a los alcaldes, toda información va directa a CHONG y a ENRIQUE PEÑA.
CONTRAVINIENDO la independencia estatal republicana, se anuncia la desaparición de los elementos de Procuraduría, de toda policía estatal y municipal. Suponemos que tampoco el Supremo Tribunal de Justicia tendrá nada qué hacer. El martes 13 será recordado como» la toma de Tamaulipas», escriben, opinan, los que saben de estilos de gobierno. Esta toma la ejecutarán 4 coordinadores regionales (uno de ellos cuidará Matamoros-Valle Hermoso-Río Bravo y Reynosa), y Dios no tenga confesados porque no sabemos qué genio se cargan. Pareciera una versión mexicana de LOS INTOCABLES.
El PAN y el PRD tamaulipecos han guardado silencio. Los que de veras saben de política, en el extranjero, aquí en la entidad, tienen una certeza, Tamaulipas se ha vuelto una pequeña Colombia y el góber EGIIDO y sus colaboradores no pueden, Y NI SIQUIERA hicieron el intento de poder. No bastó para esa camarilla que gobierna la matanza de San Fernando, que nos colocó en el mapa mundial de los horrores. Y las matanzas y balaceras que continuaron, que continúan. Desde hace años, las preguntas inevitables en las tertulias son: ¿Ho no hubo balaceras? ¿A quién se llevaron? ¿Todavía no aparece el hijo de fulanita?
REGRESANDO AL TEMA, ¿Cuánto costará el rescate peñanietista 2014, en lo económico? ¿Cuál será el costo político?
El PAN está seguro que ganará la gubernatura, y visto así, de botepronto, pareciera que al disminuir el poder de EGIDIO, ellos ganan.
No debemos olvidar que igual panistas y perredistas tienen señalamientos de estar aliados con la delincuencia muy bien organizada.
LOS TAMAULIPECOS-PRIISTAS-DEFEÑOS SONRÍEN: Disminuido EGIDIO, ellos suman puntos, me refiero a MARCO BERNAL, ADRIÁN GALLARDO, PALOMA GUILLÉN, MANUEL CAVAZOS, FELIPE SOLÍS. Ellos han jugado a estar arriba de la barda, en público tienen relaciones institucionales, en privado conspiran porque esto es el poder y como escribió GARCÍA Márquez en su novela «El otoño del patriarca», en este juego de hombres, uno debe aprender que el pendejo que se cayó, se cayó.
JULIO HERNÁNDEZ escribe que el ocaso egidista inició el pasado 15 de marzo en que por razones personales
hubo de renunciar RAFAEL Lomelí Martínez, secretario de seguridad pública que laboró durante un año y 11 meses. Y le impusieron al general brigadier, Arturo Gutiérrez GARCÍA, quien había sido jefe del estado mayor de la cuarta región militar, con sede en Monterrey y, antes, jefe de la zona militar de San Luis Potosí (donde ya había mostrado el estilo tajante de pasar por encima de gobernadores blandengues, en este caso Fernando Toranzo, a quien sólo informaba, muy tardíamente, de enfrentamientos y abatimientos
realizados por sus fuerzas). De ese tamaño es el estilo atrabancado de ARTURO EL GENERAL. Y llegó otro más atrabancado, el nuevo jefe de escoltas CARLOS Rodríguez Solís, a relevar al jefe de escoltas José MANUEL López Guijón que anda perdido, unos dicen que se fue de vacaciones, otro que lo aprehendió la PGR, y otros de plano piensan lo peor.
TAMAULIPAS es ahora un escenario parecido a las novelas negras del escritor brasileño RUBEM FONSECA. Recordemos que LÓPEZ GUIJÓN es señalado como autor intelectual de la muerte del director de seguridad estatal, SALVADOR de Haro.
Y por si faltaran cerezas al pastel, flota otra pregunta ¿desde cuándo se suicida un funcionario de Finanzas y elige como sitio de su decisión el Palacio de Gobierno?


