
Hace algunos años un militar de muy alto rango del sexenio del guanajuatense Vicente Fox (2000-2006) dijo que cuando el Gobierno Federal da un manotazo en sitios como Sinaloa, Michoacán y Guerrero, los delincuentes huyen a la sierra para usarla como guarida, pero cuando se hace lo mismo en sitios como Tamaulipas o Veracruz, que no tiene una orografía pronunciada, los criminales se esconden en las filas policiacas. ¿Será cierto?
En enero de 2010 Ubaldo Ayala Tinoco, un general de muy buena reputación, de los pocos militares con estudios de seguridad en el Pentágono, fue nombrado secretario de Seguridad de Tamaulipas. Al llegar se dio cuenta que los policías estatales a su cargo trabajaban 24 horas y descansaban 48. En sus dos días de reposo la delincuencia muy bien organizada les enviaba «estímulos económicos» que iban de 8 mil a 25 mil pesos, incluyendo a ministerios públicos y servicio forense, cantidades que rebasaban el salario oficial. El general Ayala trató de cambiar el esquema a 24 horas de trabajo por 24 de descanso y pedir aumentos salariales y mejores prestaciones.
A cambio, el general recibió amenazas y no encontró el apoyo que necesitaba de parte de las autoridades estatales. Renunció tras cuatro meses en el cargo. A su regreso a la ciudad de México comentó a un analista de seguridad: “Tamaulipas es un pinche cochinero”.
Los cuerpos de policía (en todo el país, más en la Frontera Norte) siguen siendo un quebradero de cabeza para las autoridades federales. El diario ‘Milenio’ publicó el martes 13 que más de la mitad de los elementos de las 43 policías que tiene el país han suspendido sus exámenes de control de confianza. En marzo, el 58%, 408 policías, no aprobaron los exámenes. Muchos por tener vínculos con el narcotráfico o consumir drogas.
LUEGO DE LA VISITA de Miguel ANGEL Osorio Chong, secretario de Gobernación, se habla del despliegue de miles de marinos y militares. Se desmantelarán a los más de 40 cuerpos de policía que existen en Tamaulipas por la sospecha de que están corroídos y aliados por el narcotráfico. Su depuración se combina con la creación de un centro encargado de formar nuevos agentes “mejor remunerados y con mejores prestaciones”. La fiscalía estatal, según CHONG, también EXPERIMENTARÁ “una depuración completa”. Para sustituirla, la Procuraduría General de la República creará cuatro fiscalías especiales para atender e investigar delitos.
LAS PREGUNTAS que se hacen ciudadanos, periodistas y académicos, son, ¿dónde están esos puros y honrados fiscales?, ¿cuál será su sueldo? (entendiendo que están arriesgando su vida), ¿los ciudadanos se atreverán a denunciar, sabiendo que denunciar en Tamaulipas contiene un alto riesgo? ¿Dónde quedó la fiscalía especial para proteger a los periodistas? Desde hace dos años y medio, publicar notas relacionadas con el narco está prohibido, la autocensura periodística viene por los riesgos reales que se corren. CHONG está pidiendo seis meses para notar cambios, en ese tiempo ¿no habrá ejecuciones ni daños colaterales?, es decir, ¿habrá de veras una operación quirúrgica, atacando sólo los puntos cancerosos?…Y en todo esto, ¿qué pinta el gobierno de USA?…SIN OLVIDAR que los sheriffes y jueces y jefes de las principales ciudades del Valle de Texas tampoco han escapado a las jugosas ganancias de la introducción de droga, los indocumentados, el contrabando de flora y fauna (que también es un negocio harto lucrativo), y de Texas a México, contrabando de armas, balas, electrodomésticos y vehículos.
LA TAREA se antoja complicada. Y LA DANZA de millones de dólares es insospechada.
OTRO DATO, en Tamaulipas vemos a un gobernador vencido, con autismo político, y en Texas, el próximo noviembre habrá elecciones para gobernador. El reloj de la política real, está en contra.


