
En esencia son necesarias las candidaturas independientes porque se presentan como una alternativa para los ciudadanos que están hartos de los partidos y de los políticos de corte tradicional.
Pero además, esta figura de participación electoral propicia que los votantes dejen la pasividad y acudan a las urnas, a condición de que las propuestas y quienes las exponen sean viables.
De modo que estamos ante la ruptura del monopolio de los partidos en cuanto a la búsqueda del poder o su conservación y la posibilidad de bajar el índice de abstencionismo que con frecuencia alcanza el 50% del total de los electores y en ocasiones lo sobrepasa, dependiendo del los comicios que se trate.
El problema, según se ha visto, es que a los aspirantes a competir por la vía independiente, se les ponen una serie de trabas en la legislación electoral, para ganarse el derecho a competir.
Sobre ello, puede citarse la reforma que en esa materia hizo el Congreso tamaulipeco y que la Suprema Corte de Justicia de la Nación enmendó, en relación a un candado al financiamiento fijado por la mayoría de los diputados locales en perjuicio de los independientes.
Palabras más palabras menos, a los participantes sin partido, se les limitaba a recibir apoyo de las personas que le dieron su aval para que cumplieran con el porcentaje firmas establecidas en la ley.
Esa traba habrá de quitarse una vez que la legislatura local atienda el mandato de la corte.
Ahora bien, el caso de los independientes no se circunscribe a las limitantes que se manejan en la legislación federal o de las entidades, sino que va más allá.
Uno de los puntos centrales es que se llegue a pervertir esta figura y los que supuestamente transitarán por la libre pasen a ser apéndices de los partidos políticos o de los llamados poderes fácticos.
Y es que en un sistema como el nuestro cualquier cosa puede pasar, en defensa de intereses creados.
Ahí esta Nuevo León y la llegada de JAIME RODRÍGUEZ CALDERÓN, primer gobernador de corte “independiente”, mismo que mereció el apoyo de parte importante del empresariado neoleonés dado del desgaste de los abanderados del PRI y del PAN.
Los que saben de los asuntos del poder hablan de que el ahora mandatario estatal es una salida frente a un esquema de alternativas
que, al menos en la entidad de referencia, ya no dio para más. Sucede que los ciudadanos llegaron al hartazgo dado el fracaso de gobiernos panistas y priistas y había que atender esa delicada situación, antes de que el respetable buscara otras posibilidades.
Y vaya que funcionó la válvula de escape. De hecho al jefe del ejecutivo de la vecina entidad ya lo traen encarrilado para que salte de la gubernatura a la candidatura “independiente” para la presidencia de la República en el 2018.
Si fuera así, implicaría que RODRÍGUEZ CALDERÓN reproduzca vicios de los entes políticos que tanto critica.
Uno de estos excesos en los que se ha incurrido es el fenómeno denominado “chapulineo”, que consiste en saltar de un cargo de elección popular a otro cuando aún no se cumple con el mandato para el cual se eligió al gobernante.
Sin embargo, aquellos y aquellas que hagan tales maniobras no estarán actuando en contra de la ley, de tal modo que solo se trataría de una incongruencia, lo cual cae en el ámbito de los valores y al ética.
En realidad lo peor que puede pasar es que, en un futuro próximo, quieran dar “gato por liebre”, con lo de las candidaturas independientes.
Quizá no sea descabellada la versión de que las élites económicas y políticas encontraron la fórmula coyuntural a fin de evitar que si no es el albiceleste o el tricolor, incluido alguno de sus satélites, mejor impulsar y arropar a un “independiente” y así no exponerse a una sorpresa que desentone con sus intereses.
De ser así, tendríamos que hablar de candidatos sin partido pero dependientes de los poderes fácticos.
Por supuesto que es un avance lo de las candidaturas independientes a condición de que sean así y no se trate de mascaradas. Al final de día los ciudadanos tienen la palabra.
RULETA
En eso de la promoción para afianzar las posibilidades de convertirse en candidato al gobierno de estado en el 2016, algunos prospectos del tricolor podrían excederse, lo que puede traer consecuencias.
Por ejemplo, el diputado federal, ALEJANDRO GUEVARA COBOS, propaga su imagen a través de los medios en los que es posible hacerlo e incluso se le puede ver en decenas de espectaculares.
Cierto que en los espectaculares no se alude algún aspecto de campaña pero nadie en su sano juicio podría negar que eso es
precisamente lo que hace el legislador, pese a que aún no se abre el proceso de selección interna.
Sobre el tema, en redes sociales GUEVARA tiene sus críticos y seguidores. Los primeros, mínimo piden que informe de donde surge el dinero y cuánto esta invirtiendo en lo que puede ser una precampaña adelantada.
Por su parte, los afines al mantense piden que no le afloje y aplauden que se haga notar, al igual que le hacen otros prospectos, mediante determinadas estrategias.
De manera que el árbitro de la contienda tendrá suficiente trabajo y eso incluye los movimientos llevados a cabo, por los aspirantes a la gubernatura, antes de que sonara el silbato.



