La posada del PRI en Matamoros ha mantendio muy inconformes a la mayoría de los operados e incluso a los compañeros de los medios que por instrucciones de Guillermo Martínez no fuimos convocados.
La situación nos dices que fue desde el trato y la poca atención a los miles de operadores que acudieron a los dos salones de un conocido hotel de la localidad.
A pesar de tener la presencia del gobernador, como dicen ellos el primer Priísta de Tamaulipas, (que lo dudamos esas apreciación porque llegó por la muerte de su hermano), todo pareciera indicar que sería un suculento platillo, como premio del trabajo por haber obtenido uno de los triunfos que pareciera muy difícil en todo el Estado.
Resulta que los operadores electorales llenaron los dos salones, todos esperando el almuerzo que finalmente se serivió como si fuera comidad, casi a las 12 de medio día.
La situación fue muy compleja, pero además engañoza para quienes asistieron con mucho entusiasmo al evento organizado por el Comité Municipal del PRI, con el que ganaron la diputación federal.
Ya casi a las 12 de medio día, los meseros del Best Wester Residencial Inn, comenzaron a servir con su charola color plata los patillos para los miles de operadores políticos, pero cuál sería la sorpresa que al quitarle la tapa al plato, aparecía una pequeña ración de huevo con jamon, flijores y 2 tamales, para ahorrarse las torillas.
Ese fue el platillo que se sirvió a la gente que trabajó y le dio el triunfo al PRI en el pasado proceso electoral.
Ya una vez que se terminó la charola color plata, comenzó a circular los tradiconales platos desechables, ya con menos huevo, mas frijoles y 2 tamales.
Pero esto no quedo ahí, despues de que el gobernador tardara más de una hora en llegar a la mesa de honor, donde ya los esperaban los diputados locales y federales comenzaron a servirle lo que ya sería comida.
Para ellos, claro esta, plato especial, carne guisada, con frijoles y 4 tamales, además de pan frances al centro y algunos aperitivos, donde por cierto para tomar el gobernador pidió un refresco lite y le trageron hasta un 24 en lata que esta muy cerca del estrado.
Asi fue como comió el gobernador lo que provocó que uno de los militantes dejara un recado, le tomó una foto al platillo para reclamar el mal tratato.
«Sr. Gobernador ya basta como huevo mañana, tarde y noche, hoy que pense que por ser la posada mínimo me daría pollo el pinche Anto me da hueva no la chinguen», es lo que decía el recado que iba acompañado de una foto del platillo.
Y es que debe de exitir alguna razón de este militante, porque solamente una vez al año se dan estos festejos a la gente que tanto te ayuda, pero además que te dá los triunfos importantes como el pasado.
Pero lo que más les debe de doler es que el primer priísta de Tamaulipaa le haya dado un platillo especial, por lo que nos dá la impresión que en el PRI hay personas de primera, segunda y hasta tercer grado.
Por cierto no hubo rifa de regalos porque tenía que ocupar lo salones para varios eventos, pero además se le pidió que hiceran fila para dar las bolsitas de dulce que también se quedaron miles.
POR AQUÍ Y POR ALLÁ
Que lástima que la población siga saliendo con miedo en las noches ante la inseguridad que prevalece en la ciudad.
Por eso la pregunta es, ¿de que ha servido estar llenos de la Fuerza Tamaulipas, Militares y Marinos, si todo sigue igual…Hasta aquí la dejamos.
RETASO
Y ¿quién pagó la posada del PRI?
