En víspera de la veda de camarón en el área de la Laguna Madre hay caras largas y molestia entre los pescadores y sus familias que verán disminuidos sus ingresos hasta en un 80 por ciento.
Mientras despican camarón, lo últimos kilos antes de que empiece la veda el 25 de mayo, las mujeres de la laguna hablan del golpe a la economía que les representa la prohibición de capturar camarón a lo largo de 6 semanas.
«Es una chinga para todas, porque por un lado los hombres no ganan nada o casi con lo que sacan del pescado y por el otro nos quedamos sin trabajar porque no hay nada más que despicar la jaiba pero eso es mucho trabajo y poca paga».
Hace calor en la cooperativa de «La Ñera» como nombran a la mujer chaparrita y malhablada que les paga a razón de 15 pesos el kilo de camarón despicado.
Las más hábiles como las hermanas Meza pueden ganar 90 pesos en una hora de quitar la cáscara, cabeza y cola a 6 kilos de camarón.
«Yo les pago bien a ellas» dice La Ñera con su tono costeño «Pero además en estos días les he recomendado que se compran el kilo de frijol, el arroz, la harina, alimentos que no se echen a perder porque los días que vienen serán difíciles».
Y es que impedidos para la captura de camarón, alrededor de 800 pescadores y sus familias pasarán apuros durante la veda y tendrán que sobrevivir con el presupuesto limitado que deje la pesca de lisa y trucha o de pedir prestado a las cooperativas donde prestan sus servicios.
Desde la mesa de «La Ñera» las mujeres se quejan
«Esos días esperamos que alguien nos trajera una despensa para darle de tragar a los chamacos, no que luego tenemos que andar pidiendo fiado, es cuando quisiéramos verle la cara a los políticos que se acerquen y vean cómo vivimos para que ayudaran con algo».
Desde el 25 de mayo y hasta el uno de julio se extenderá la veda de camarón en la Laguna Madre que afectará a pecadores de la playa Costa Azul, de las Higuerillas y 10 islas cercanas.





