Fiel a su principio de vida de hacer lo que le pega la gana, el empresario Jesús Roberto Guerra Velazco, ejerce el liderazgo de la fundación filantrópica «Matamoros lo llevas dentro», como quien juega el «toma todo», quitando y poniendo figuras dependiendo su aportación y entrega al proyecto presentado con bombo y platillo el pasado 13 de mayo.
Los primeros que conocieron su brazo justiciero fueron Manuel García Garza y Olga Aide Hinojosa, a quienes Jesús Roberto incorporó y hasta dio nombramientos dentro del organigrama del instituto, y después hizo a un lado por considerar que poco o nada aportaban a la fundación que opera por los rumbos de la Galeana.
Cuando inicialmente estaba considerado para ser presidente de la fundación, Manuel García, dueño de una maquiladora y quien durante fungió como Secretario de Desarrollo Económico en el trienio de Alfonso Sánchez Garza, yerno de Jesús Roberto, casi se va de espaldas cuando ni siquiera le llego invitación para asistir a la presentación.
El motivo fue que no asistió a las reuniones previas y organización a las que se convocaba en la casona de Guerra Velazco, en la avenida Longoria.
A manera de disculpa, Manuel García, ahora dice que no tenía tiempo para dedicarse de tiempo completo a Matamoros lo llevas dentro.
«Cuando a mi el señor Guerra, que es mi vecino, me invitó, yo le dije que sí, pero luego mi mujer me reclamo que yo no iba a tener tiempo, y por eso al final no firme nada, ademas de que el incluyo a muchas personas en la directiva y yo no podía estar al frente de algo asi, la verdad es que desconozco si estoy en el acta pero quiero pensar que no, porque yo no firme nada».
Tras la salida de Manuel, que ni siquiera alcanzó a ser presentado, le siguió la de Olga Aide Hinojosa Guerra, ex directora del Parque Olímpico, y quien el gusto de ser directora de «Matamoros lo llevas dentro», también salió en corrida por su pretensión de cobrar 16 mil pesos al mes, algo con lo que Jesús Roberto no estuvo de acuerdo por considerar que sus colaboradores no deben de perseguir un fin económico.
«Lo primero que tienen que entender lo que son parte del proyecto es que esto no es un negocio, sino una fundación para ayudar a la gente de Matamoros que tanto lo necesita».
De la noche a la mañana, la silla todavía calientita de Olga Aide la llego a ocupar Nilda García, una joven entusiasta que lleva como cartas de presentación el haber sido directora de «Autismo un mundo Contigo» la agrupación de Alma Muro, que se hace llamar doctora sin serlo y quien para atender a una veintena de niños con este padecimiento, manda a los padres a vender tamales y recoger botes de plástico en las calles.
Ya sin Manuel García y sin Olga Aide Hinojosa en la fundacion, Jesus Roberto Guerra sigue adelante con su propuesta de apoyar a los que menos tienen: lo mismo da despensas a una decena de abuelitos abandonados en «Vida Plena», que manda comprar mas carritos TEP (Transporte de Energía Personal) para minusválidos que pueden desplazar con el movimiento de sus manos.
Pero lo que Guerra Velazco no esta dispuesto a pagar en sueldos, lo gasta y más en retribuir a los colaboradores que le son fieles y van quedando en Matamoros lo llevas adentro.
Y para muestra esta la cena que organiza para que el miércoles 11 y en la que va tomar protesta a Olivia Reyes Rivas y otro grupo de mujeres profesionistas que aterrizaran los proyectos de la fundación y a quienes les leyó la cartilla en un desayuno celebrado este lunes.
«Lo que yo quiero es que los proyectos los elaboren ustedes, que se involucren, que asistan a la entrega de los apoyos y lo que vayan haciendo me lo platiquen para que sea yo quien tome la decisión».
A su manera espléndida y quizá para superar el mal sabor de boca de los pleitos recientes, Jesús Roberto les organizó a sus nuevas colaboradores una cena a 3 tiempos y baile con el grupo Sabor a Coco en el feudo de su primo Pablo Guerra.
