UNIVISION.- Josué Flores, de 11 años, salió de casa para la escuela. Desde la distancia le mandó un beso a su mamá, María Flores, quien lo observaba desde el corredor de su casa. Ella recuerda que el niño le gritó que regresaría tarde ese día, como a las 4:30. Tenía que asistir a su club de ciencias después de las clases.

Eso es loINT12248197fcc217d_0 último que María recuerda del menor, a quien le arrebataron la vida de forma violenta el pasado martes cuando regresaba, caminando solo, desde su escuela.

“Como a eso de las 4:50 me hablaron y me dijeron que habían encontrado a mi hijo sangrando… pregunté si se había caído… me dijeron que lo habían acuchillado”, narró Flores.

Según versiones de testigos, el pequeño Josué, a quien todos recuerdan como un niño dulce, venía caminando por una acera por la calle Fulton, al norte de Houston cuando fue agredido.

Un hombre afroamericano, a quien las autoridades identificaron como Che Lajuan Calhoun, de 31 años, caminaba en la misma acera y en un momento dado le propinó al menor al menos 20 puñaladas.

Vecinos del área reportaron que escucharon los gritos desgarradores de Josué, quien al parecer trató de defenderse del agresor.

Un residente del área (quien pidió no ser identificado) lo habría perseguido tras verlo empujar al menor al suelo. No logró detenerlo, pero si pudo identificarlo más tarde, cuando fue ha declarar ante las autoridades.

“Lo asaltaron… [el sospechoso] le estaba quitando algo de la mano, [los testigos] no saben que tenía en las manos, pero no se lo quiso dejar quitar…”, dijo Guadalupe Flores, hermana mayor del niño.

“Sabemos que se defendió, que él peleó, no se fue [de este mundo] tan fácil”.

Guadalupe afirmó que nunca habían visto al sospechoso antes, pero espera que pague por lo que hizo, por haberles quitado a su hermanito.

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