SDP.- El artículo de La Jornada, firmado por Tabacón B. Linus, quiene estuvo presente en dicho espectáculo, sostiene que los cantantes lanzaron un mensaje homofóbico a todas luces, en un intento por adoctrinar al público.
Miles son lo
s artistas que utilizan su fama y su espacios para motivar al público a unirse a diversas «luchas», sin embargo, el mensaje enviado el pasado jueves es un hecho sin precedentes que ha logrado ocultarse.
«En Yucatán nos preciamos de ser una sociedad de respeto a las leyes, con seguridad pública y armonía social. Precisamente por eso, llama la atención que miles hayan presenciado un discurso de odio (uno que según criterios de la propia Suprema Corte viola el derecho y dignidad de las personas) y nadie haya hecho nada, absolutamente nada. Bueno, sí hicieron algo: la mayoría aplaudieron.
En su concierto del 26 de mayo, aquí en nuestra Mérida, Emmanuel y Mijares, acompañados de todos sus músicos y coristas, nos dijeron que las cosas en México ‘están terribles’ y que se vienen cosas ‘peores’. Uno pensaría que después de esa introducción, hablarían de la inseguridad y el crimen organizado; sin embargo los artistas lanzaron un discurso de odio, casi perfecto, diciendo que había que defender a la familia (la familia heterosexual).
‘Querían quitarnos a nuestros hijos’ y ‘la SEP va a vestir a los niños de niñas y las niñas de niños», fue la visión excluyente y discriminadora que enviaron.
«Fue un artero ataque homofóbico. Emmanuel y Mijares creen en la superioridad intrínseca de la familia heterosexual y de los heterosexuales. Nos están mostrando que ellos consideran que la heterosexualidad hace superiores a los seres humanos, por encima de cualquier otra preferencia.
Llaman a la acción para detener esas cosas ‘terribles’, llaman a rezar para salvarnos de preferencias sexuales y tipos de familias que ellos no aprueban, que ellos menosprecian. Todo eso es una definición jurídica casi perfecta del discurso del odio, insistimos.





