A casi una semana de su aparición, el llamado Cristo de la Pared se ha convertido en la sensación de la colonia División del Norte en Matamoros.
Cientos de feligreses acuden cada noche para v
er como la luz led de un reflector filtrada en un árbol de eucalipto forma el rostro de Jesucristo en la casa parroquial.
Para el sacerdote Emilio Navar el fenómeno óptico es una manifestación divina.
«No es una cuestión de fe, es una cuestión de ver, y basta pararse enfrente para ver el rosto de Jesús y de María».
Unos a pie, otros en bicicleta, los menos en automóvil, llegan hasta el santuario de Nuestra Señora de la Luz para ver como a partir de la luz se forma la imagen de Cristo, con todo y corona de espinas.
«Es un milagro de Dios, que se deja ver aquí», manifiesta la señora Ernestina Vargas de la colonia Ampliación Solidaridad.
Por cientos se cuentan los fieles que maravillados pueden permanecer horas observando al Cristo, el cual desaparece cada amanecer cuando se apaga el reflector.
