
Qué bonitos países hay en este mundo tan ancho y tan ajeno. Donde la Justicia levanta el garrote y no nada mas le pega a los jodidos, sino al que la hace. En Francia, por ejemplo, un ministerio público y un juez ordenaron la detención del ex presidente Nicolás Sarkozy porque tienen evidencias de que en su periodo de gobierno hubo corrupción activa, tráfico de influencias y violó el secreto de instrucción…Sarkozy ha pasado 15 horas de detención provisional en la Dirección Central de la Policía Judicial, y en calidad de mientras, como cualquier hijo del salario mínimo dio declaración sobre el llamado caso de las escuchas. O lo que es lo mismo, le gustaba intervenir los teléfonos de sus enemigos políticos y de su esposa, la muy hermosa y ebúrnea CARLA BRUNI, que en 2010, en visita de Estado a México, dejó bizcos con sus caminados gatunos al gabinete de FELIPE CALDERÓN. La foto del gordo AGUSTÍN CARSTENS, mirándole el trasero a BRUNI fue la comidilla de los medios de comunicación. Pero estaba en la envidia que me dan otros países. En Francia, cuando sale de su gestión un presidente de la República, se «le acaba el corrido» como decimos por acá: nada de pensiones vitalicias, nada de marinos y soldados cuidándolo, implemente se le termina la ABSOLUTA INMUNIDAD. El Juez Jean-Michel Gentil, que para eso los pone el pueblo, y se supone que en México también, leyó los derechos de Sarkozy y además lo formó en la fila porque había varios «presuntos adelante». Así como lo lee usted, nada de salas especiales para que el ex de Francia no pasara calores o incomodidades, lo enviaron a la sala con la raza. Ninguno de los detenidos se sorprendió al ver a SARKOZY, porque los franceses son así, desde hace 250 años, hicieron una Revolución para que TODOS SEAN IGUALES. De ser encontrado culpable, Sarkozy podría pasar hasta 5 años de prisión y deberá pagar 800 mil dólares de multa. Qué chulada.


