Por La Pasajera

Es domingo familiar y la gente se pone sus mejores garras para salir a la calle de paseo, a tomar un helado, a comer, al cine, al mandado o quizá de compras, el que sea el destino el medio de traslado es el democrático microbús.

10526651_1471514679756038_691073204_nEl sol está tremendo y por lo tanto el calor no se soporta, pero eso no es impedimento para salir de la rutina de la semana, aunque hay quienes no tienen la misma suerte y no se la pasan tan bien.

La ruta de la Infonavit viene de regreso del puente nuevo, el microbús viene casi vacío, pero al detenerse en la Plaza Allende empieza a abordar de nuevo la gente, sube también una pareja, es una mujer poco agraciada y con los ojos azul celeste uno para el sur y el otro para el este, el es un hombre totalmente desaliñado, pero como dicen siempre hay un roto para un descosido.

Ella llevaba una cara de pocos y él un rostro de preocupación, al momento en que la pesera comienza a avanzar empiezan los reclamos

«Crees que no te vi o que?, desde que entramos a la tienda no le quitabas la vista del trasero», le reclamaba la mujer sin pena.

Sin embargo al hombre se le veía apenado, pero al ver que toda la gente los observaba le contesto:

«No es cierto lo que dices, estas loca, pero si sigues fregando me voy a bajar a la ching…»

La mujer siguió en su plan y el hombre cumplió lo que dijo, se bajó pero para su sorpresa su mujer lo siguió, su martirio aún no terminaba.

Después del incómodo rato que pasaron los pasajeros, subió un joven con una botella de plástico y un peine con el que empezó a realizar sonidos, el joven se creía el cantautor del pueblo Espinoza Paz, canto 4 o 5 canciones, pero al momento de pasar por los asientos a pedir cooperación voluntaria, se decepcionó ya que nadie le dio ni una sola moneda, minutos después el hombre bajó en la sexta y periférico esperando subir a otro microbús pero esta vez si tener un poco de suerte.

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