De rodillas y casi en primera fila, el ex alcalde de Matamoros, Erick Silva Santos y su esposa Marisa Castañeda se mostraron como fieles devotos en la misa de recibimiento del Obispo Eugenio Lira Rugarcia.
Al político, que recientemente menciono su deseo de dirigir el PRI en Tamaulipas, se le vio en orando en voz baja, tal vez pidiendo en silencio que les regresen los bienes decomisados en Texas por su procedencia ilícita y cuyo monto 
podría ascender a los 28 millones de dolares.
La pareja de Erick y Marisa, que de por si gusta de ir a misa todas las mañanas a la Iglesia de Nuestra Señor del Refugio, mostró un gran apego al nuevo jefe católico de la Ciudad y no dudo en aparecerse en todos los actos públicos y privados organizados en su honor.
De acuerdo a las indagatorias que se desarrollan en el Valle de Texas, Erick Silva Santos obtuvo ilegalmente alrededor de 10 millones 659 mil dólares por el cobro del 10% a las compañías que ganaron contratos durante su administración.
Para ello, el edil utilizó facturas falsas para robar del erario otros dos millones de dólares e incluso se apropió de fondos destinados a los damnificados por huracanes, concluye una investigación que realizaron fiscales de la Corte del Distrito Sureste de Texas.
El pasado 9 de agosto el juez Randy Crane de la Corte de Texas División McAllen consideró prófugo de la justicia a Erick Silva Santos por el delito de lavado de dinero y ordenó se le decomisaran 2.8 millones de dólares depositados en una cuenta en las Bermudas.
Además, le aseguraron una propiedad ubicada en el 57 Creekbend en Land-O-Lakes de Brownsville, perteneciente al exalcalde de Matamoros y a su esposa María Castañeda Torres.
“Silva fue alcalde de Matamoros del 2008 al 2010 y su salario anual en dólares fue cerca de 100,000 (un millón 820 mil pesos al tipo de cambio actual). Su esposa María Castañeda Torres no tuvo empleo durante ese periodo”, precisa la investigación de la corte que se presentó en el documento 7:14-cv-00942
