Como si estuvieran peleados con Matamoros, los diputados federales Cesar Augusto Rendón y Baltazar Hinojosa Ochoa mostraron el cobre este fin de año y lejos de regresar algo de lo mucho que reciben en la Cámara de Diputados, se alzaron como los más miserables pues ni una bolsa de dulces compartieron con los niños de su distrito.
Los dos legisladores, que llegaron por la vía plurinominal, es decir no por votos, aunque pertenecen a partidos distintos, Cesar es del PAN y Baltazar Hinojosa es del PRI, mostraron plena coincidencia en dar muestras de su avaricia.
Mientras otros diputados como Pedro Luis Coronado y el propio Edhar Melehem con sus licuadoras de fayuca, organizaron posadas en sus municipios, Cesar y Baltazar no asomaron ni las narices preocupados por tener que dar una muestra de generosidad que pudiera afectar sus bolsillos.
Y es que a los dos, nacidos en cuna de oro, y con cuantioso capital económico, más no político, se les olvida que como legisladores tienen la obligación de regresar a su distrito y acercarse a los ciudadanos, que este diciembre esperaban por lo menos una invitación a una posada.
Mientras Cesar alego no tener dinero porque rechazo el bono de 150 mil pesos, se sabe que Baltazar sigue enojado por su derrota en las elecciones de junio pasado, donde perdió de forma aplastante ante el candidato del PAN al Gobierno de Tamaulipas.
