Tras sufrir en carne propia el embate de la inseguridad, y en un acto convocado por la familia de Fernando Lugo Nieto, el industrial secuestrado y asesinado hace 3 semanas, algunos de los más pudientes de la ciudad abanderaron la tarde de este sábado la primera marcha por la paz en Matamoros, en la que católicos y cristianos se unieron en un solo reclamo: «Ya Basta».
El acto que contó con la presencia de unas 400 personas se notó desairado considerando que la convocatoria se emitió dos semanas a través de las redes sociales, particularmente por Facebook donde consiguió alrededor de 9 mil likes.
Vestidos de blanco, los invitados fueron llegando hasta las dos mesas dispuestas por los organizadores, una para registrarse, (algo que pocos hicieron) y otra para recibir una de las 8 mil playeras que con la leyenda YA BASTA se mandaron a hacer para la ocasión.Junto a las mesas, cubriéndose del sol, el ex tesorero municipal Rogelio Martinez Cárdenas compartía con Blanquita Treviño -esposa del ex gerente de la Junta de Aguas Jesús de la Garza- y su hermana Alicia, también ahí, tomándose fotos para el Facebook, el Obispo de Matamoros, Ruy Rendón Leal, sin sotana y provisto de una gorra blanca que lo protegía de las altas temperaturas.
Minutos antes de que comenzara la caminata, el Obispo Rendón que a inicios de semana reveló como los robos estaban ya alcanzado las iglesias católicas, reveló como hay amenazas en contra de sus sacerdotes.
«Para los matamorenses soy Obispo, pero con los matamorenses soy un ciudadano más que sufre de la inseguridad, estoy recordando en este momento que en la Diócesis de ciudad Victoria ahí si ha habido situaciones más graves incluso de la desaparición de algún sacerdote, aquí bendito sea Dios en Matamoros no hemos tenido ese caso en particular, si hay extorsiones, que de repente algún sacerdote es secuestrado por decir una hora o dos horas, pero se arregla todo el asunto, no es algo grave como en otras partes donde ha habido incluso muertes de sacerdotes».
Con guayabera blanca, en busca de pasar desapercibido, se unió al grupo Tomas Mittnach, el cónsul de Estados Unidos en Matamoros, que entró en diálogo con Javier Lugo Nieto, hermano del industrial acaecido, y aunque primero no quería ponerse la camiseta del «Ya Basta», terminó cediendo a la presión, especialmente a la de Fernando de la Garza el esposo de Alicia Treviño, que le dio por endilgarle playeras a todos, ni rasperos o paleteros se le escaparon.
Ávido de hacerse notar ahora que no tiene trabajo, se le vio al ex senador José Julian Sacramento y que hoy se aparece hasta en los bautizos, así como al ex regidor con complejo de karateka Rodrigo Guajardo Pérez, el actual integrante del cabildo, Eduardo García Avendaño y su hermano Raúl se salieron del aire acondicionado del restaurante García´s para darse baños de pueblo, mientras que su compañera Priscila Cuellar con 7 meses de embarazo apenas si pudo dar algunos pasos y optó por treparse a la camioneta del sonido, mientras las organizadoras de su Baby Shower, otras panistas de cepa, Aracely y Elizabeth, las cuatas Salazar, llegaron con su montón de hijos y se pusieron las playeras del «Ya Basta», aunque se cuidaron de quedar hasta atrás de la manifestación.
A unas cinco hileras de donde el Obispo Ruy Rendón caminaba a paso lento, se observó al pastor Victor Barrientos y su esposa Claudia, que agarrados de la mano no quisieron perder el estilo y rechazaron ponerse las camisetas del «Ya Basta».
Casi daban las 6 de la tarde cuanto el contingente salió del Parque Olímpico, en las mesas quedaron más de 7 mil playeras sin dueño, dos patrullas de Protección Civil cuidaban la parte trasera de la manifestación que fue avanzando por las calles del centro de la ciudad, hasta llegar frente a la alcaldía de Matamoros, donde los empresarios, sobre todo aquellos identificados con el PRI, no perdieron la oportunidad de hecharle habladas a la alcaldesa Leticia Salazar Vázquez, aún y cuando habían prometido que sería una marcha silenciosa.
