Pese a que los jóvenes son un segmento muy importante, dado su peso específico en el padrón electoral, los partidos, salvo excepciones, siguen minimizándolos en el aspecto político, excepto para efectos de propaganda y para de cubrir el expediente, a nivel interno en las organizaciones.
El colmo sería que en los partidos, los dirigentes juveniles fueran personas que han sobrepasado la edad.
Por fortuna todavía los institutos cubren es requisito aunque los liderazgos son impuestos y, las más de las veces, no tienen un peso específico dada su menguada fuerza organizativa y representatividad real.
En concreto: no se sabe de movimientos de jóvenes que se revelen en contra de las injusticias y manipulación que se hace hacia dicho segmento.
Se supone que hablamos de una fuerza impetuosa y dinámica, que debería estar con las transformaciones sociales y el cambio.
Pero más bien se encuentran alineados con quienes les dan la oportunidad de figurar, con el propósito de convalidar una causa, que no necesariamente es la suya.
En ese sentido, suena a retórica vil el mensaje del guía panista estatal, JOSÉ ALBERTO LÓPEZ FONSECA, cuando, a manera de “predicción” afirma, a través de un comunicado, que “los jóvenes del PAN serán la nueva clase política de México”.
Significa que están verdes y ahora no pueden ser ese tipo de clase hasta en tanto no pase el tiempo y se desarrollen.
¿Pero acaso Acción Nacional no estuvo un par de sexenios en el gobierno de la república para afianzar su proyecto hacia los jóvenes? ¿Dónde están los frutos de esas estrategias que apuntaban a formar esa nueva clase política?
En honor a la verdad no vemos una ebullición de panistas demócratas, que en éste tiempo estén tocando las puertas de dicho ente para convertir a ese partido en un instrumento de sus luchas para satisfacer necesidades sociales.
Por cierto, los panistas tamaulipecos estuvieron éste fin de semana en Querétaro, en donde se llevó acabo el Vigésimo Cuarto Encuentro Nacional de Acción Juvenil.
A la cabeza del contingente de la entidad iba la ex regidora del ayuntamiento capitalino, ISIS CANTÚ MANZANO.
Está claro que desde la cúpula de Acción Nacional, del estado y en el ámbito central, lo que buscan es tener preparados algunos “lideres” para que se den a la tarea de hacer grilla, con la vista puesta en las elecciones del 2015 y 2016.
Y obvio que se entiende el propósito, al fin y al cabo el PAN anda en su misión de recuperar el poder.
Sin embargo, para tener hay que merecer y eso sólo se logra con trabajo de base, es decir, desde ahí donde están los jóvenes: en escuelas, colonias, barrios, ejidos, centros de trabajo y demás, con una serie de carencias y en espera de encontrar alternativas serias de participación para superarlas.
En esos espacios no se ve la presencia de los líderes panistas, aunque tampoco de otros partidos, excepto para cubrir formas.
En ese sentido, no deja de ser un discurso hueco las expresiones de LÓPEZ FONSECA al asegurar su confianza en los jóvenes, “porque es la etapa donde se construye el carácter que se necesita para abanderar las causas políticas, sociales, económicas y culturales de nuestro país (…)”.
Ahora sí que por rollo no va a quedar.
RULETA
Es buena medida la instalación de buzones en municipios tamaulipecos para que los ciudadanos denuncien si son víctimas de atropellos por parte de los policías estatales, auxiliares o elementos de custodia.
Lo decimos porque los elementos de seguridad son susceptibles de caer en excesos, en perjuicio de los ciudadanos y eso puede animar la impunidad si el ofendido no tiene medios específicos para expresar quejas y denuncias.
Por ello, sean bienvenidos tanto el teléfono disponible en la secretaría de seguridad pública al igual que los mencionados buzones.
Sólo falta que la autoridad, en éste caso el alto mando de la dependencia citada, de cuenta por medio del área de Asuntos Internos, el número de indagaciones que se sigue a petición de los ofendidos.
Más aún, que se dé cuenta el resultado de esas indagaciones y que se ha hecho al respecto cuando se ha comprobado la arbitrariedad de sus elementos, en caso de darse.
Sin duda que los abusos tienen que ser castigados de manera ejemplar pero no en lo oscurito, en tanto que se debe abonar a la transparencia y rendir cuentas ante los ciudadanos.
Que ese tipo de ajustes disciplinarios se sepan, sería un mensaje tanto al interior de seguridad pública como hacia la población. En principio debido a que se predica con el ejemplo y permite disuadir a quienes gustan violar la ley, aun siendo autoridad y, el en segundo término, al ganar credibilidad entre los integrantes de la sociedad.
Suponemos que es el siguiente paso a seguir y no dudamos que, en el corto tiempo, fluyan los datos y referencias.
A propósito, nos enteramos que el titular de seguridad pública, general, ARTURO GUTIÉRREZ GARCÍA, “dio las gracias” a uno de sus mandos debido a que le “echo ojitos” a una mujer policía.
La señal es bastante ilustrativa.




