
A propósito del secuestro y muerte de una menor (turista de Nuevo León), hecho ocurrido en el municipio de Madero: HAY UN MAR DE FONDO en eso de secuestros y desapariciones de niños en Tamaulipas y estados vecinos. Un dato revela el por qué.
La trata de personas es el tercer negocio ilícito más «rentable» del mundo. De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las redes criminales obtienen cada año un beneficio de entre 16 y 32 mil millones de dólares y estima que el comercio con niños se ha incrementado tanto que el 27 por ciento de las víctimas a nivel mundial son menores.
De ellos, dos de cada tres son niñas.
ADEMÁS de la explotación sexual, los infantes son lucrados para trabajos forzados o con fines de extracción de órganos y adopciones ilegales. ¿Horroroso verdad?
A fines de la década de los 90s, siglo pasado, una investigación del FBI reveló que en el triángulo integrado por Honduras, El Salvador y Guatemala, habían desaparecido más de 5 mil niños. Se encontraron fosas clandestinas. A los cadáveres les faltaban órganos. Varios hospitales gringos aparecieron como «compradores» de tales órganos, pero argumentaron que lo hicieron de manera legal. Son DECENAS DE MILES de niños enfermos, hijos de familias acaudaladas de USA, Canadá, Europa y Japón que están en lista, esperando riñones, hígados, córneas, piel para trasplante. Sospechosamente no se tocó a Chiapas y Oaxaca, entidades en las que todavía se puede comprar a un niño o una mujer por dos o cinco mil pesos. Las venden sus padres, o los abuelos.
Sigo con el informe de la OIT:
México es el segundo país que más víctimas provee a USA, superado por Tailandia, según el Diagnóstico de Vulnerabilidad que Propician la Trata, hecho por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
En tierras mexicanas, las autoridades han detectado 47 bandas dedicadas a este crimen y sólo siete fueron capturadas en los últimos diez años; las entidades con mayor riesgo de este ilícito son el DF, Baja California, Jalisco, Chiapas, Guerrero y Oaxaca y en menor proporción, Chihuahua, Tlaxcala y Quintana Roo. De Tamaulipas no hay datos confiables. Pero basta con visitar las oficinas REGIONALES de la PGR, de la Procuraduría Estatal y delegaciones de policías para sumar y sumar los niños y adolescentes desaparecidos.
Al año, aproximadamente 20 mil menores son secuestrados de México para ser utilizados en adopciones ilegales, extirpación de órganos, explotación sexual y trabajos forzados.
LA CIFRA podría llegar a los 70 mil de acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas para el control de las Drogas y la Prevención del Delito (ONUDD), misma que ha criticado fuertemente las pocas acciones que se han tomado para prevenir, detectar y castigar estas atrocidades.
Aproximadamente el 35% de las víctimas de trata de personas, son niños de entre cinco y 17 años de edad, lo que ubica al país entre los seis con mayor incidencia del delito en América Latina junto a Colombia, Perú, Guyana, Guatemala y El Salvador. EN el país no hay organizaciones que lleven un registro sobre este tipo de casos; la ONUDD aseguró que el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) debería ser la instancia encargada de estudiar el fenómeno, pero su ley no estipula nada al respecto.
LA Comisión de Seguridad Pública del DF recibió una iniciativa del diputado federal Víctor Velasco para incluir en el Catálogo de Ley a las asociaciones dedicadas a la búsqueda de menores y así poder generar un registro.
SI LA NIÑA secuestrada y muerta hubiera sido una tamaulipeca, y pobre, el caso ya estuviera rumbo a los expedientes de casos sin resolver. Pero como es de Nuevo León, parece que podría haber interesantes revelaciones. ¿ Llegará hasta las últimas consecuencias la investigación? ¿O tendrá que venir el secretario OSORIO CHONG a ocuparse del caso?
		

