EL PAÍS.- Un nuevo crimen retransmitido en directo por Facebook ha vuelto a poner el foco de atención sobre los límites a la publicación de contenidos violentos en las redes sociales. Un hombre tailandés asesinó este lunes ante la
cámara a su hija, un bebé de 11 meses, ahorcándola en la azotea de un hotel de Phuket. Facebook ha tardado 24 en horas en eliminar el vídeo, que ha sido visto por centenares de miles de personas en todo el mundo.
Este suceso eleva las presiones para que Facebook imponga medidas que permitan detectar y borrar lo antes posible contenido violento o de crímenes. El suceso de Tailandia ha ocurrido una semana después de que un hombre emitiera en directo en Facebook el asesinato de un hombre de 74 años, al que eligió al azar mientras caminaba por la calle en la ciudad estadounidense de Cleveland. Entonces, el vídeo también estuvo en su servicio durante horas, y puso de manifiesto los problemas que genera la ausencia de barreras para publicar contenidos.





