Por Martín Sánchez
Al grito de justicia, justicia, justicia y con la muestra solidarias de los sanfernandense ahogaron el dolor y contuvieron las lagrimas de Luis y Azalia hijos de Miriam activista de los parientes de las víctimas del delito, que fue acribillada en su domicilio la noche del jueves en la periferia del a ciudad de San Fernando. Su esposo Luis también recibió los abrazos solidarios.
Desde las primeras horas del viernes los simpatizantes de Miriam, uno a uno arribaron a la funeraria Cristo Rey, que se ubica en calles Dalia entre Rosal y Margarita del centro de San Fernando donde se congregaron la mayoría de representes de colectivos de otras partes de la entidad.
La vivienda de Miriam que se ubica en la colonia Paso del Real al igual que la funeraria estaba cercada por decenas de policías estatales y elementos de la policía investigadora.
En la capilla contigua donde velaban a la luchadora social, una pareja hacía lo propio con Jesús Emanuel Martínez, quien también falleció estas semana víctima de en un ataque a balazos. Los amigos de los dolientes de Miriam también se solidarizaron con la familia de Emanuel.
Las paredes de la capilla de doña Miriam estaban cubiertas de coronas de flores, ramos de hechura artesanal, y comercial abundaban desde la entrada. En la primera fila sobre unos asientos reclinado estaban Luis y Azalia dos jóvenes menores de los 25 años, sollozaban por el dolor por la muerte de su madre.
Su esposo Luis, sentado en una silla cerca de la entrada principal del velatorio, estrechaban las palmas y recibía los espaldarazos de amigos y simpatizantes de su esposa. Sus hijos también fueron reconfortados por las expresiones y saludos de los acompañantes.
No hubo gritos ni sollozos, porque la trayectoria de Miriam , dijo su hija Azalia nos ha sorprendido, no sabíamos lo importante que fue la tarea de mi mama, después de la muerte de mi hermana y aunque conocíamos las causas de su lucha. Hoy nos fortalece saber que tuvimos como madre a una gran mujer.
“Mira en este momento no tenemos cabeza para pensar en lo que haremos, recibimos la visita solidaria de las autoridades estatales a través de Gloria Garza, también vinieron de parte del comisionado de la Organización de la Naciones Unidas de los derechos humanos, pero no tenemos cabeza para pensar, todavía no asimilamos la muerte de mi madre”, expresó Luis Salinas Martínez el hijo varón de Miriam.
Su esposo Luis Salinas autorizó a la prensa para que tomaran graficas pero que omitieran el féretro donde están los restos de su esposa, don Luis de vez en vez caminaba y se postraba frente a su difunta mujer que no dejaba de mirar con los ojos humedecidos. A las cinco de la tarde, los dolientes llevaron los restos para darle cristiana sepultura.





