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Tal es su empuje y visión, que si CALIFORNIA, USA, fuese un país independiente,  sería la séptima potencia del mundo, es la explicación que hacen los economistas y sociólogos desde hace tres décadas. En ese estado, se ubica Los Angeles, la segunda ciudad con más mexicanos en el mundo, luego del D.F., obviamente. ¿Cómo es posible que los mexicanos, con su fama de corruptos, flojos y desunidos, cambien de espíritu y perspectiva tan drásticamente? ¿Qué les dan de comer en California a los paisanos? CON ESAS DOS preguntas como base se han escrito muchos libros, muchos artículos periodísticos. En el California gringo viven tres millones de ciudadanos con raíces tamaulipecas, hablo de una migración permanente, imparable que tiene 150 años. Hablo de los que nacieron aquí y se fueron menores de edad, por diversos motivos. Hablo de los que nacieron allá, hijos o nietos de jaumavenses, tultecos, tampiqueños, mantenses, victorenses, vallehermosenses. Hablo de los que cruzaron raíces con gente nacida «a orillas del río Bravo».
EN LA TRADICIONAL Plaza Olvera, los domingos, es una alegría pariente del llanto cuando encontramos y escuchamos el tono y los modismos del amado ex Nuevo Santander. Ellos, los tamaulipecos, nunca han sentido el calor de los gobiernos de acá. Sospecho que no lo ocupan, aunque sus nostalgias son grandes como la noche del Verano.
PREGUNTAN POR LA CARNE SECA de Jiménez, el mezcal de San Carlos, las mahuacatas, preguntan si habrá tunas, pitayas, chochas, anonas, el color acuarela de los mezquites, las nueces, la naranja sangre de toro de Santa Engracia, el jocoque de Méndez, las acamayas de Gómez Farías, el BERNAL y sus ovnis, el buen marisco de Tampico, el desayuno con «guayines» de la frontera, el chorizo de El Empalme, y si RIGO TOVAR ¿es cierto que ahora tiene museo? HOY el tamaulipeco de moda es MARIANO FLORENTINO CUÉLLAR ORTEGA, es nota periodística no sólo en California: en todo USA.
Ayer domingo, LA OPINIÓN, el diario más influyente en Español escrito en cualquier parte del mundo, le dedicó el editorial. Dijo esto de aquel niño que vivió alguna vez en las calles Siete y Matamoros, a mitad de los 80s, siglo pasado:
La nominación de FLORENTINO, (Tino para sus amigos y familiares) para ocupar un sitio en la Corte Suprema de California es un testimonio del aporte y del esfuerzo del inmigrante en nuestro Estado.
Es histórica la designación de hace unos días del gobernador Jerry Brown de elevar al más alto tribunal de California al nativo de Matamoros, México, hijo de académicos (Alfredo y Yolanda), llevado a Caléxico por sus padres cuando tenía 14 años de edad.
Esta experiencia inmigrante sin lugar a duda enriquecerá la visión del Alto Tribunal aportando un punto de vista más cercano a la calle. La decisión del gobernador agrega una importante cuota de diversidad al tribunal de manera que refleje una composición más acorde a la demografía de nuestro Estado.
Con la designación del profesor de leyes de la Universidad de Stanford también se amplía la diversidad ideológica del panel de siete integrantes que lleva mucho bajo el dominio de los nominados por administraciones republicanas. Precisamente Cuéllar, de ser confirmado, reemplazará a partir del próximo enero al juez Marvin Baxter, considerado como el más conservador de la institución .
(TINO), si bien no tiene experiencia judicial, él ha sobresalido como académico tanto en áreas de seguridad nacional como en ley criminal, administrativa, internacional y regulatoria. Antes de llegar a Stanford trabajó para las administraciones Clinton y Obama.
Este es el segundo nombramiento de Brown y es clave en su intención de renovar la Corte Suprema estatal, mientras se prepara para el reemplazo de otro juez que se retira el próximo abril. Con tres magistrados nuevos y la moderada jueza Kathryn Mickle Werdegar, cambiará el balance del Alto Tribunal hacia una postura mas liberal.
Los inmigrantes pueden sentirse orgullosos porque la historia de «Tino» Cuéllar llega en un buen momento en que se discute si los adolescentes extranjeros son buenos o malos para el país. La historia de Cuéllar tiene poco que ver con los jóvenes que están cruzando la frontera, pero sirve de ejemplo de lo que es posible.
Esta nominación sirve de recuerdo para la aspiración de los jóvenes latinos y como un baño de realidad para los anti-inmigrantes.
HASTA AHÍ el editorial de La Opinión.
En 1985 conocí a TINO CUÉLLAR, Invitado por ALFREDO, su padre, que daba clases en el Tec de Matamoros; fui una noche a cenar, conversar, y el final nos dedicó dos conciertos para flauta, de Bach y Mozart. Acababa de cumplir 10 años. Su hermano MÁXIMO, el menor de dos, fue otro atento escucha. De inmediato le propuse a ALFREDO que sería magnífico entrevistarlo. TINO, con una calma que me sorprendió, dijo que habría qué analizarlo porque en Matamoros había gente muy importante. ALFREDO fue discreto. YOLANDA, la madre, de plano dijo que NO. De modo que dediqué largas semanas a lograr la plática. Venció mi terquedad, que no mi calidad periodística. Ahora que releo la entrevista, publicada en EL BRAVO, me sonrojo, debí haberla escrito mejor, me faltó el talento. LO ÚNICO rescatable es lo que TINO citó.
Rescato dos conceptos:
«A las nuevas generaciones habría qué decirles que el idioma del nuevo siglo será la computación…no es agradable reconocerlo, pero es en el idioma INGLÉS donde encontramos lo más avanzado en ciencia y tecnología, creo que en lo único que competimos es en Literatura…se hace tarde y no veo la fórmula para convencer que sólo la educación nos hará diferentes».
RECUERDO que le pregunté a TINO, si fueras inventor, ¿qué inventarías? Y RESPONDIÓ: me desespera que se produzcan tantos y buenos libros y el tiempo no alcance para leerlos, inventaría un visor, una pantalla, que lograra que pasáramos un libro frente a nuestros ojos, el cerebros, y captáramos lo más importante.
DOS POSDATAS: 1) Varias revistas científicas y políticas, de prestigio, tramitan visitas a Matamoros, quieren saber más de la tierra donde nació TINO CUÉLLAR, y relacionan que de aquí es PALOMA NOYOLA, la niña calificada hace unos meses como la STEVE JOBS del futuro. 2) El gobierno de Washington cada Verano invita a los mejores alumnos, saludan al presidente en turno y se les explica cómo es la administración. ESTA VEZ, un niño matamorense, PABLO ZÚÑIGA, que calificó como «dreamer» ganó ese honor. Felicidades a su familia, pero sobre todo a sus padres, CLAUDIA y PABLO.

archivillegas@hotmail.com

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