EL PAÍS.- James T. Hodgkinson, un empresario de 66 años y aparentemente jubilado, disparó este miércoles una ráfaga de tiros contra una veintena de legisladores republicanos en un campo de béisbol a las afueras de Washington.
Tras un intercambio de balas con las fuerzas de seguridad, Hodgkinson —sin antecedentes penales— resultó herido y ha muerto.
Hodgkinson contaba con un historial de arrestos por no tener licencias adecuadas para su empresa, causar daños a propiedad privada, conducir bajo la influencia del alcohol y otras faltas de tráfico. Durante un tiempo, su empresa trabajó como contratista para las autoridades locales. Su permiso para operar como inspector de viviendas caducó en 2016 y Hodgkinson no lo renovó.
Durante años fue activista en favor de políticas progresistas y con frecuencia enviaba cartas al director del periódico local, Belleville News-Democrat, abogando por una subida de impuestos, la legalización de la marihuana, la desigualdad salarial y otras medidas. También criticaba al conservadurismo y pertenecía a varios grupos anticonservadores, entre ellos uno denominado «Acabar con el Partido Republicano», según el diario.
Crítico de Hillary Clinton y Donald Trump, las redes sociales de Hodgkinson muestran a un hombre frustrado con la actualidad política y obsesionado con el senador Bernie Sanders, que fue candidato a la presidencia por el Partido Demócrata. En una publicación en Facebook del 22 de marzo, Hodgkinson escribió: «Trump es un traidor. Trump ha destruido nuestra democracia. Es hora de destruir a Trump y compañía».
Durante la campaña electoral, Hodgkinson fue voluntario de la candidatura de Sanders. Las campañas de candidatos presidenciales en Estados Unidos suelen contar con centenares de voluntarios y su afiliación con el candidato o sus asesores es anecdótico.






