BBC.- Cristiano Ronaldo está enfrentando el partido más difícil de su carrera y no lo hace sobre un terreno de juego.
El escenario es el juzgado de Pozuelo de Alarcón, localidad en la periferia de Madrid, la capital de España, donde el astro portugués tuvo que presentarse para declarar en calidad de imputado por un presunto delito de evasión fiscal.
Ronaldo entró directamente al estacionamiento, protegido por las ventanas oscuras del modesto automóvil que lo trasladaba, y esquivó a las decenas de periodistas que lo esperaban.
Luego anunció que hablaría, incluso se preparó un estrado y hubo prueba de sonido, pero salió del juzgado sin hablar una palabra ante los más de 200 medios que estuvieron a las afueras del juzgado.
No tuvo la exposición como la que en su día acompañó a Lionel Messi, quien tras un largo proceso judicial similar al que enfrenta Ronaldo fue declarado culpable y sentenciado a 21 meses de prisión.
Es inevitable el paralelismo en las carreras de los dos mejores futbolistas del siglo XXI, hasta el punto que entre los éxitos con el balón de ambos ahora también se suma una mancha ante la justicia española.
La única diferencia es que por el momento Ronaldo está declarando como imputado y todavía falta saber si la jueza encargada del caso, Mónica García, considera que hay indicios de delito y decide procesar al delantero portugués.
¿De qué lo acusan?
Ronaldo es el más reciente futbolista investigado por la Hacienda Pública española que es acusado formalmente por la entidad tributaria de evadir impuestos de manera «voluntaria» y «consciente».






