El caso de Tyson, un pit bull desaparecido en Matamoros el 22 de febrero, puso al descubierto a una banda que se dedica al hurto de mascotas y a la extorsión de sus preocupados dueños.
Fue Alejandra Yañez quien compartio su penosa experiencia, cuando a dos semanas de extraviar a su perro, recibio una llamada diciendo que el animal se encontraba en San Luis Potosi, pidiendole dinero para devolverlo:
«No me parece justo que me hablen a mi cel, diciendome que tienen a mi perrito y que se lo llevaron para no se donde, que quieren que les deposite a un cuenta de banco para poder mandarmelo de regreso…me dijeron que no me lo regresarían y que se lo llevarían para el otro lado, esta bien solo cuidenlo y no lo usen para cosas malas».
Se establecio que los números de donde se realizo la extorsión telefonica son los siguientes: 8683 503748 y 8114 978602, desde donde marcaron a la joven para pedirle depositar una cantidad a cambio de volver a ver a su querido Tyson, que se extravio en calles de la colonia Alberto Carrera Torres.
A ese testimonio de la joven, se sumaron otros casos como el de Jessi García, quien despues de perder a un chihuahueño, cayo en las garras de los extorsionadores, pues ella si pago el dinero y nunca se reencontro con su mascota.
«A mi marco supuestamente la perrera que una señora tenia a mi perro y me dieron el numero marque y me dijo (una señora mayor de edad por lo que se escuchaba) que lo tenia en San luis! Que le depositara para mandarlo por autobus y comprarle una caja trasportadora cai en la desperacion solo queria ami perro de vuelta y les deposito la señora supuestamente me mando el numero donde venia mi perro, fui ala central a alas 4 de la mañana y ese autobus jamas llego».
Otros dueños, como Sthepanie Lara, relatan cual es la forma de pedir dinero por parte de los extorsionadores, que no acceden a mandar fotos recientes de la mascota, argumentando varios pretextos:
«Nos pasó exactamente lo mismo a nosotros, diciendo que se lo habían llevado a Tampico y que el señor era trailero y que llegaba en 15 días y tenía que comprarle una jaula y que su teléfono era radio y no tenía cámara… solo da coraje».
En ninguno de los 3 casos citados las mascotas fueron devueltas, por lo que sus dueñas no pudieron establecer si se trato de secuestro y extorsión, o solamente de este último.






