El supuesto rescate cultural del barrio «La Capilla» resultó todo un fracaso luego de que los murales se revelaran como estampillas mal pegadas.
De tal suerte el proyecto presentado por el artista plástico Israel Pacheco y por el que obtuvo financiamiento del gobierno municipal se muestra como todo un fraude y una tomada de pelo para funcionarios municipales que lo auspiciaron y promovieron sin verificar su calidad.
Fue a finales de julio cuando se dio a conocer como con recursos públicos se solventaron los viáticos de Alfonso Delgadillo muralista que se trasladó de Tijuana a Matamoros.
De acuerdo a la iniciativa aprobada por la directora de Cultura, Sandra Luz García, el artista habría de pintar por lo menos 6 murales con personajes representativos de La Capilla.
En lugar de «El Norteño», como apodan al pintor, Intervino las paredes con calcomanías que al paso de las semanas y por las altas temperaturas han empezado a despegarse a ojos vistos.
Ciudadanos que transitan por calles del Centro Histórico se extrañan al ver colgando las supuestas obras de arte.
Debido a que el creador se regreso a Tijuana se antoja difícil que se realice una restauración de las calcomanías por lo que los recursos públicos invertidos irán, junto con los restos de las calcomanías, a la basura.





