Margarita y Daniel miran con lástima la vivienda abandonada: el puro esqueleto sin puertas ni ventanas. Un desperdicio total a ojos de esta pareja que con 9 años de casados y 3 hijos renta una casa de dos cuartos a razón de 900 pesos por mes.
«Ya quisiera tener una casita de esas, manque fuera chiquita pero de uno no que cada día 30 es lo mismo pagar y pagar por algo que nunca va a ser de uno», dice ella mientras carga a su criatura de brazos.
El objeto de su deseo es una casa minúscula sobre la avenida Benito Juárez en el fraccionamiento Lomas de San Juan, tiene más de un año abandonada, sobre las paredes el graffiti y las palabras obscenas, en el interior, envases de caguama, basura y restos fecales como vestigios de las reunión entre los delincuentes del rumbo.
Se trata de una de las 3 mil casas que el INFONAVIT tiene reportadas con abandono en Matamoros, que fueron prácticamente desmanteladas y a falta de propietario se convirtieron en nicho de malvivientes, personas en situación de calle e incluso fueron invadidas por familias que como «ocupas» agarraron permanencia voluntaria.
Problema real
Luis Enrique Arreola Vidal, delegado del INFONAVIT , afirmó que junto a Reynosa y Nuevo Laredo, la ciudad de Matamoros es puntera a nivel estatal en casas abandonadas: el registro alcanza las 3 mil.
«Esto tiene que ver con la inseguridad por supuesto, que mucha gente se ha ido de la ciudad, con el desempleo, porque se perdió el trabajo y no se pudo pagar las cuotas, y también con la mala planeación del pasado que permitió la creación de fraccionamientos en sitios muy alejados de la mancha urbana y a donde no había transporte»
A decir del funcionario federal en reconocimiento a estas circunstancia el Instituto de Fomento Nacional a la Vivienda del Trabajador trata de abatir la cartera vencida a través de convenios que firma con los morosos para convencerlos de que abonen sus adeudos.
«En ese sentido ahí la llevamos convenciendo poco a poco, falta por hacer y eso se refleja en que hay muchas viviendas solas, usadas por los delincuentes, por los vándalos, invadidas, y convertidas en un problema para la ciudad».
A propósito de esas 3 mil casas solas, dio a conocer que el INFONAVIT ha iniciado los procedimientos legales para recuperarlas y poderlas reasignar a personas que necesitan de un hogar y sean candidatos a obtener un crédito. El costo promedio de una vivienda abandonada es de 150 mil pesos.
Descarta entonces que parejas como la de Margarita y Daniel, empleados en la informalidad y sin seguro social pueden obtener el crédito para recibir la tan esperada casa en la que puedan criar a sus 3 hijos.
«Porque el INFONAVIT no regala casas, administra un fondo tripartita, en el que aporta el trabajador, el patrón y el gobierno federal, hay un objetivo social en la entrega de créditos pero tiene que cumplirse en apego a un protocolo estricto que exige que el beneficiario tenga seguro social, haya cotizado tantas semanas y se comprometa a través de un contrato a pagar la vivienda».
Callejón sin salida
Para José Luis de la Garza, Secretario de Desarrollo Urbano de Matamoros e integrante del Consejo Consultivo del INFONAVIT no todo esta perdido con esas 3 mil viviendas.
«Pues de entrada podrían servir en determinado momento para ser ocupadas por familias que ya tienen una vivienda pero en colonias de nueva creación que no son factibles por sus características, que están sin servicios, sin luz, sin pavimentación, y que tendrían esta oportunidad de empezar de nuevo en las casas que ahora vemos vacías».
Reconoció el funcionario municipal que se trata de un tema complicado en el que tendría que existir un esfuerzo conjunto de autoridades de los 3 niveles de gobierno.
«Pero vale la pena intentarlo, porque necesidad de vivienda está presente en Matamoros, y casas también, entonces falta establecer esa conexión para que sean ocupadas por familias que verdaderamente las necesitan».
Si bien la iniciativa está sobre la mesa, aceptó que la aprobación final debe provenir del INFONAVIT que, de quererlo, podría solucionar el problema de vivienda de miles de familias que tendrían cabida en casas que sin puertas, ventanas y tuberia, están en ruinas.
«Pues se llevan desde los pisos, el alambrado, las puertas, ventanas, la tubería de cobre, las dejan sin nada, no pueden ser habitadas tiene que invertirse para que queden aceptables».
Una tarea así puede costar hasta 65 mil pesos, como el propio José Luis de la Garza lo constató en mayo de este 2014 cuando el municipio asumió la rehabilitación a fondo de una vivienda en el fraccionamiento Estancias Residencial que fue donada la niña matemática Paloma Noyola Bueno en reconocimiento a sus buenos resultados académicos.
Nuevos Inquilinos
Registro del INFONAVIT revelan que las 3 mil casas están distribuidas indistintamente en la ciudad, pero hay conjuntos habitacionales como Los Ángeles, Villa Las Torres, Lomas de San Juan, Lomas de San Juan y Las Brisas.
Josue Perez, lider de Villa Las Torres, recuerda que tras el éxodo de las familias de su vecindario, se registró una extraña ocupación de las viviendas.
«Simplemente empezó a llegar la gente, bajaban las cosas de un carro o camioneta y se metían a vivir como si fueran los dueños, no pudimos actuar porque no sabíamos quienes eran».
Esa misma circunstancia se registró en otros conjuntos habitacionales, personal que al observar una vivienda sola, llegaban con la familia completa y empezaban a vivir como si fueran beneficiarias del crédito.
Margarita y Daniel tuvieron la oportunidad de hacerlo. De oficio albañil, especializada en placas (techos), el marido recuerda cuando la casa de Lomas de San Juan se quedó vacía.
«Pase yo en la bicicleta y vi como le empezaron a quitar las ventanas y las puertas, llegue en la noche y le platique a Mague (Margarita) cuando venimos a ver ya estaba encuerada, ni cables ni tubería ni nada, pensamos en venirnos, pero se le iba a tener que meter dinero y luego que tal si nos sacaban?», explica el domiciliado en la colonia Nuevo Jerusalem.
Con el paso del tiempo, la vivienda de los sueños de la pareja se convirtió en una casa de las pesadillas para todo el vecindario, que ve como adictos, pandilleros y delincuentes la toman por asalto en las noches para convertirla en su punto de reunión.





