La vida de Hilda, de 86 años, y Hugo, de 92, cambió de un momento a otro.
Tal vez esta pareja de abuelos nunca imaginó lo que le tocaría vivir y mucho menos que uno de sus hijos los convertiría en protagonistas de una triste historia.
Una de las meseras, preocupada e impaciente al ver a los abuelos solos, les preguntó a ambos si necesitaban ayuda.Tras ver que las horas pasaban y que la pareja permanecía en el lugar, los trabajadores del bar decidieron comunicarse con la Policía.
Los efectivos llegaron hasta el lugar y los trasladaron a una comisaría y desde allí pudieron localizar a otro de sus hijos, de nombre Raúl, que los fue a buscar a la dependencia policial casi ocho horas después, según consignó el medio local La Capital de Rosario.
«Lamentablemente papá y mamá quedaron en la calle, porque no pudieron sostener el alquiler.
La Policía me notificó que tenía que venir a buscarlos. Yo estaba en cama, porque estoy en rehabilitación», contó el familiar en declaraciones al Canal 5.
«Si bien uno se quiere meter es como que no lo dejan.
Algo sabía por la inmobiliaria, porque se comunicaban conmigo.
Aparentemente la inmobiliaria dijo basta, hasta acá llegamos, y tuvieron que sacar los muebles y se quedaron en la calle.
En algún momento se iban a tener que ir, pero no imaginé que iba a ser ahora, pensé que iban a tener un plazo», dijo Raúl, quien aseguró que sus padres dormirán en su casa.





