¿Cuál creen que sea la diferencia entre Alemania y México? Sí podríamos hablar de los avances tecnológicos, su amplio capital económico, el hábito de la lectura en sus moradores y hasta los Nationalsozialismus y la S.S. pero no, no esta vez. La diferencia que marcaremos entre Alemania y México es que a punto de iniciar el último trimestre del año ambas ciudades marcaron el mejor y el peor nivel de inflación, respectivamente, en el 2014. El aumento generalizado y sostenido de los precios en los bienes y servicios existentes en el mercado durante un período de tiempo es lo que es “inflación” y México, sobre todo con su elevación a la canasta básica y a pesar de la creciente probabilidad de que se apruebe un incremento del salario mínimo, reprobó en sus esfuerzos anuales por mantenerse a la alza, tanto como nuestros niños los exámenes de PISA y enlace.
El subgobernador del Banxico habló que la inflación podría mantenerse en 5% lo que resta del año y que un aumento del salario podría desatar mayores presiones sobre los precios y estos se moderarán hacia el 3% en la primera mitad del 2015 recortando la tasa contenida con la lenta evolución económica y la coacción de los precios. ¿Qué? ¿Qué quiere decir todo
eso? Bien, al pasar de 63 pesos con 77 centavos de salario mínimo 82 pesos con 86 centavos existirá un aumento del 3% en todos los productos de la canasta básica para justificar el 22% que ganaremos extra por día. Eso quiere decir que tendremos que justificar al gobierno lo que haremos con los 21 pesos con 05 centavos que percibiremos de más por mes en nuestras benditas ocho horas de trabajo y que empleemos en IVAs, deleites globales y persuasiones económicas los 171 pesos con 65 centavos que se nos entregarán “prácticamente gratis” por quincena. Y a pesar que se ha firmado que la gasolina no subirá hasta el segundo semestre del 2015, que no habrá aumento en medicinas y que no volveremos a pagar 62 pesos por un kilogramo de limón ¿Qué pasa con el huevo? ¿Con la tortilla? ¿Con los demás elementos de la canasta? Si actualmente pagamos 34 pesos por una tapa de huevo pagaríamos casi 43 pesos, solo por el aumento de 18 pesos. Entonces ¿nos conviene recibir más? Porque al sumar realmente percibiremos una pérdida del valor real del medio interno de intercambio: el peso, previendo la la inflación fluctuaría entre 0.5 y 4 puntos porcentuales, desde el actual nivel de 4.07 por ciento.
La Cepal, El Colmex, la UNAM y la UAM dictaron: “el efecto podría ser menor o nulo si las empresas ajustan de otra forma el impacto en el salario mínimo con mayor productividad, menor gasto de entrenamiento, compresión salarial y menores beneficios o ganancias”. Los efectos de la inflación en una economía son diversos, y pueden ser tanto positivos como negativos pero los gastos en cada uno de los hogares mexicanos son consuetudinarios y constantes y no están para el caminar inconstante de términos especializados y rimbombantes de economistas y burócratas que obtienen mensualidades de seis cifras cuando los bolsillos de los trabajadores y jodidos del país tenemos solo un número después del punto y 4 después del cero o formamos parte del 43% desempleado.




