Todo un éxito resulto la marcha por la paz convocada por la comunidad católica de Matamoros cansada del clima de violencia e impunidad que vive la frontera tamaulipeca.“Reconstruye mi iglesia, no es otra cosa más que construir las ambientes sociales, reconstruir la familia, reconstruir el tejido social el que esta truncado por la inseguridad y la violencia, cuanta falta nos hace que nosotros reconstruyamos la familia y los ambientes en que nos movemos, por eso hay que preguntarnos a nosotros mismo que cosas no están funcionando bien, en la familia, en el trabajo, escuela, expreso”
Asimismo, el Obispo continúo con las palabras motivacionales donde invitaba a los presentes a hacer un cambio en la vida personal ya que las acciones que le dio a conocer, darán como resultado un mejor humano y por ende, ara que la paz reine.
“Tenemos que ser hombres y mujeres que practiquemos la austeridad y pobreza, teniendo un corazón pobre el señor entrara en nuestra vida para renovarnos y transformarnos” expreso Rendón Leal a los más de 4 mil presentes que a pesar del calor, estuvieron alrededor de una hora frente a catedral divulgando el mensaje de paz y escuchando unas palabras de aliento por parte de los representantes de Dios.
Por último, menciono la última acción que está enfocada a la construcción de paz, en la cual enfatizo que esta debe de nacer primero en la casa para después iniciar la transformación general.
Paz con nosotros mismos, que estemos en paz con quienes nos rodean, porque si no Dios con todo derecho nos va a decir, como nos pides el don de la paz, si tu no vives en paz con las personas que viven a tu lado, primero empieza por tu propia casa, por tu propio corazón”, puntualizó el Obispo.
Esta marcha, que inicio en cuatro puntos diferentes, donde se pudieron observar menores de edad, adultos mayores jóvenes asícomo personas con diferentes discapacidades y pese a que el termómetro registrara los 30 grados centígrados, esto no fue impedimento para los fieles católicos para realizar esta marcha en el marco de las Fiestas de San Francisco de Asís, quien siempre profeso su religión austera y simple por lo que alentaba a sus seguidores hacer lo mismo.









