Mientras altos funcionarios de la SEDESOL federal y estatal pregonaban en una ceremonia en Matamoros los beneficios del programa «Sin Hambre» y la necesidad de dar un trato digno a los beneficiarios, en la tienda DICONSA las personas son tratadas a punta de mentadas de madre por parte del personal de esa dependencia.
Y es que a una semana de que abriera sus puertas la tienda para la entrega de alimentos de la cruzada nacional, en el galerón de la 17 e Independencia siguen las fallas, los reclamos, inconformidad y molestia por parte de los más pobres que son víctimas de maltrato y tienen que soportar hasta recordatorios maternales.
«Pasen si quieren y si les conviene si no se me van a chingar a su madre» con esos gritos, Oscar Garza «El Papo«, un priísta de cepa, recibía en el umbral de la bodega a los beneficiarios que tarjeta PAL en mano y una bolsa de mandado en la otra habían permanecido largas horas afuera del inmueble.
Ni la lluvia copiosa de este jueves detuvo a la multitud que en las afueras de la bodega, habilitada como tienda, esperaba su turno para entrar y poder surtir la despensa, lo cual hacían bajo la mirada escrutadora de «El Papo», colaborador de Guadalupe Reyes Perez, ex líder del PRI en Matamoros y responsable de las derrotas electorales del 2012 y 2013.
Como pez en el agua «El Papo» ya revestido de poder, no se tienta el corazón para maltratar a adultos mayores, discapacitados y mujeres solas, principalmente, a quienes obliga a dejar sus morrales y bolsas bajo el argumento de que entran a robar.
Cuando los tiene ya dentro, en fila, las mujeres agachan la mirada ante la figura del energúmeno que además de soltar a diestra y siniestra recordatorios maternales, no se cansa de pregonar que el apoyo de mandado por el gobierno de Enrique Peña Nieto.
«Yo quiero saber los de aquí que les dan, si hoy van a tragar es por Peña Nieto, que no se les olvide».
En el área de cajas del galerón, donde se acumulan botes de café, litros de aceite, portolas de sardina, latas de chiles en vinagre y tapas de huevos, Luis Adolfo Ríos Mancilla, encargado de la tienda DICONSA, se deslinda del maltrato de ese personaje.
«Cuando yo llegue me dijeron Adolfo vas a trabajar con este personal, es lo que hago, pero siempre pidiéndole que se tranquilice y que le demos a la gente el buen trato que se merece».
Explica que la tienda de la 17 e Independencia ha resultado a todas luces insuficiente para atender al universo de más de 8 mil beneficiarios de la tarjeta PAL, que en su desesperación por surtir la despensa familiar, no les importa pasar las noches afuera de la tienda en cartones y cobijas.
«Nosotros iniciamos un sistema de fichas a los que van a dar de alta la tarjeta en los que los programamos para que vengan 2 o 3 días después, pero la gente decide quedarse y es su decisión no los podemos correr, los vamos atendiendo de acuerdo a ese rol, pero estamos por supuesto muy rebasados, lo que hace falta es que abran una tienda porque las 2 que existen en Matamoros no se dan abasto».
Mientras unas 400 personas permanecían bajo la lluvia afuera de DICONSA, en el salón Los Candiles del restaurante Los Portales, en una acto lleno de acarreados, el titular de la SEDESOL en Tamaulipas, Homero de la Garza Tamez, y el delegado de SEDESOL federal, Edgar Melhem Salinas, se llenaban la boca ante el Subsecretario federal Javier Guerrero González, diciendo que la cruzada en Tamaulipas funciona con transparencia y que todos los beneficiarios reciben un trato digno.
