Imparable la violencia en Tamaulipas se traduce en imágenes como la de esta mañana en Nuevo Laredo, donde 10 cadáveres fueron abandonados en la colonia Viveros.
Apilados, en charcos de sangre, los cuerpos fueron colocados con una narco manta cuyo contenido se desconoce.
La pila de muertos apareció en una banqueta del domicilio ubicado en el cruce de las calles Lincon y Porfirio Díaz en un área que ya fue cercada por las autoridades.
El hecho atribuible a una de las células criminales que operan en la frontera tamaulipeca retrata la incompetencia el Gobierno de Tamaulipas para combatir a la delincuencia organizada que se da el lujo de asesinar y hasta acomodar teatralmente a sus muertos.
Tan terrorífica muestra ocurre en el periodo vacacional, cuando las autoridades invitan a visitar un estado bañado en sangre.






