Proceso.-El Papa Francisco condenó la persecución contra quienes profesan la fe cristiana en todo el mundo y pidió reconocer y asegurar como derecho inalienable, la libertad religiosa.
Durante el Angelus, desde la ventana de su estudio personal, en el palacio apostólico del Vaticano, el pontífice argentino rindió homenaje a “quienes son perseguidos, discriminados, matados” por haber profesado la fe cristiana.
En su discurso recordó a San Esteban, el primer mártir del cristianismo, quien fue elegido por los apóstoles para asistir a los pobres, los huérfanos y las viudas en la comunidad de Jerusalén, donde fue lapidado.





