Por La Pasajera
Es la ruta de Lomas De San Juan, esa que tiene su base al término de la misma colonia, donde cada que llueve se hace una laguna y esta tarda en secarse más de un mes, los microbuses se encuentran en un área rodeada de monte y un pestilente olor a drenaje.
Esperar que salga la pesera es realmente insoportable para los pasajeros, pues los choferes de tanto respirar esa inmundicia se han acostumbrado, hasta aspiran hongo antes de salir a ruta.
Ya en el trayecto se encuentran a varias personas que viven en la colonia Nueva Jerusalém y que tienen que caminar hasta la salida de esta para poder agarrar la siguiente pesera que va a arrancar con destino al parque industrial.
Cuando uno de los chóferes avisa cual es la pesera que va a salir, la gente aborda el micro de prisa tratando de apresurar al conductor que se ve no tiene ganas de trabajar.
Al subir el micro y después de encender el motor lo primero que hace es oprimir el botón del checador que le contará el tiempo de su recorrido.
Esta ruta se caracteriza por dar varias vueltas por el mismo lugar, tanto que los pasajeros terminan mareados, parece van en las tazas locas, ya después de las mil y un vueltas a la altura de la avenida del niño abordan el camión un par de jóvenes con una bocina moderna de la que salía un sonido a ritmo de rap.
Uno de los jóvenes dijo:
«Vamos a cantar un poco de rap cristiano, esperamos no molestar a nadie, sino todo lo contrario, esperemos les guste»
Cantaron un par de melodías, aunque sólo a los pequeños que iban a bordo les llamaba la atención, ya que a los adultos a unos les daba por hacerse los despistados y a otros simplemente los arrullaban, pero ellos seguían cantando con sentimiento, se veía que lo sentían, pero eso no fue suficiente, a la gente no le agrado su música, por lo tanto fueron contados los que apoyaron con una moneda, aunque eso no fue todo, los jóvenes se percataron de que la gente ni siquiera les puso atención, por lo que uno de ellos se atrevió a decir un poco molesto:
«Lo importante no era recaudar algunos pesos, lo importante era que escucharán un poco la letra de nuestras canciones, pero de todos modos gracias».
Un poco después se bajaron sin ni siquiera dar las gracias al chofer que tuvo que apagar su radio para que ellos tratarán de hacer su luchita cantando su música aburrida.





