EL MUNDO.- La polémica andadura del apodado Templo de los Tigres de Kanchanaburi, en Tailandia, parece haber llegado hoy a su fin en medio del monumental escándalo que desató el hallazgo de 40 crías de estos felinos en un congelador y la clausura del recinto por las autoridades.
El descubrim
iento se produjo después de que más de 300 miembros de las fuerzas de seguridad irrumpieran por tercer día en el enclave, sito 162 kilómetros al oeste de Bangkok, para confiscar los 147 tigres que residían desde hace años en este templo que siempre había sido acusado de maltratar y drogar a los animales para generar cuantiosos ingresos por las visitas de turistas. Los monjes y el equipo de «voluntarios» extranjeros que les asisten en la gestión de la ingente finca intentaron bloquear el acceso de los uniformados, como ya habían hecho en ocasiones anteriores, con barricadas.
Las macabras fotos de las crías y otro despojos de animales alineadas en el sueloprovocaron de inmediato una conmoción en las redes sociales tailandesas. Un periodista de la página web Khaosod aseguró que él mismo había visto intestinos de animales, un jabalí y otros restos en los contenedores.
«Deben tener algún valor para que las guarden. Pero lo desconozco. Es algo muy inusual», señaló Adisorn Nuchdamrong, del Departamento de Parques Naciones de Tailandia, en referencia a los pequeños tigres.





