En cuestión de segundos, la historia se hizo viral: es la imagen de un joven que mochila al hombro, vestido de blanco, esta limpiando vidrios en el puente Los Tomates de Matamoros, empujado 14555887_1769602956613874_578889430_npor la necesidad para poder pagar su carrera en la Facultad de Medicina del ICEST.

La grabación de 58 segundos, muestra al muchacho que contesta con naturalidad las preguntas del Cuate Hernández, usuario de Facebook que colgó el vídeo en su cuenta para conseguir hasta el momento más de 850 mil reproducciones.

«Esa noche ni pude dormir por la gente que comenzó hablar, a preguntarme que si era cierto que estudiaba, que quería ser doctor, les fui contando a todos los que me llamaron que si estaba en la Universidad y que limpiaba vidrios para poder pagarme la carrera».

14555974_1769602973280539_851040512_nEn el cruce de División del Norte y Manuel Cavazos Lerma, Cesar David  Caballero Eguía, de 21 años, cuenta su historia, como primero en la UAT y ahora en el Instituto de Ciencias y Estudios Superiores de Tamaulipas empezó a formarse como médico:

«Ahí pagaba 5 mil pesos el semestre, que era un esfuerzo grande juntarlos, pero ahora en el ICEST pago 3 mil 500 pesos el mes, y en diciembre se tienen que pagar 7 mil por la reinscripcion al otro semestre, entonces son gastos que por mas que quiera no puedo sacar adelante, por eso me vine a trabajar al crucero para poder pagarme mis mensualidades y el material que voy ocupando en la escuela».

Vestido de blanco, con la mochila negra en la espalda y la franela roja en mano, el joven desafía las miradas curiosas y avanza entre los carros y camionetas para de manera educada ped14569871_1769602943280542_415696800_nir al conductor la oportunidad de ganarse unas monedas limpiando parabrisas.

«Es curioso, porque a veces el de la mejor camioneta no te da ni una moneda, mientras que el del carro más humilde es el que te ayuda, el que te hace platica y te pregunta mijo porque estas aquí?, el crucero es muy curioso pero aprendes a conocerlo, yo no voy a dejar de venir, así haga sol, frío o llueva, tengo que seguir hasta terminar la carrera».

Cada mañana sale de su casa en la colonia Juaréz para trasladarse al ICEST campus Solidaridad, donde permanece de 7 de la mañana a 4 y media de la tarde, después toma el microbus que lo acerca al puente Los Tomates, donde así, sin comer, todavía con el uniforme llegar a pasar hasta 3 horas para poder juntar 150 pesos.

«Yo este crucero lo conocí entregando volantes de TELCEL, me di cuenta todas las personas que vienen, las señoras con los niños a pedir, el que llega en silla de ruedas, los chavos que limpiaban vidrios me invitaron a venir, de hecho 14543523_1769602979947205_721341737_nmi papa se pone a limpiar vidrios en la otra esquina,  de aquel lado, para poder sacar los gastos de la casa».

Junto a sus padres, una hermana y dos sobrinos, Cesar habita una vivienda modesta, a donde llega cargado de mandado cada tercer día, el cual compra con los dolares que obtiene limpiando vidrios.

«Con 15 dolares ya llevo una despensa completa y mi mama bien contenta porque ya tiene que darle de comer a mis sobrinos».

Comenta que con gusto aceptaría una beca para apoyarse en sus estudios.

«Por el momento mucha gente me ha dado su apoyo, yo les estoy contestando sus mensajes a todos, uno por uno, agradeciendo que me depositen dinero a las cuentas de SALDAZO  (4766840586659992) y BANCOMER (2972367610), pero también y sobre todo sus oraciones, que me tengan en su pensamiento y me deseen que me vaya bien en mis estudios».

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