Milenio.-A pesar de ser reconocidos en el extranjero por ser los ultramaratonistas más resistentes del mundo, los rarámuris de la Sierra Tarahumara de Chihuahua corren para sobrevivir debido a la exclusión y marginación en la que viven.

Las barreras físicas de las montañas, el clima extremo y la falta de apoyos económicos por parte del Gobierno los ha convertido misteriosamente en hombres y mujeres que no pueden cansarse.

“El rarámuri corre para comer, para cazar al venados, nuestra teoría es que corra más rápido para que coma más rápido y cace más rápido”, afirmó Carlos Ortega, entrenador y promotor de Talentos de Fundación Telmex.

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