Decepción es un horrendo sentimiento y es lo que últimamente siento por una gran cantidad de mexicanos. ¿Qué les pasa? ¿Qué nos pasa? En qué momento perdimos sensibilidad, cariño, humanidad, fe. Si, la culpa la tienen «los gobernantes», «los letrados», «los narcotraficantes», «los equis de los ye de esta nación porque lamentablemente mis compatriotas pueden culpar a todos de sus funciones no realizadas; pero ¿dónde asumimos nosotros nuestra propia responsabilidad del hacer y decir?.
Realmente, están impregnándose en las identidades de aquellas personas que por mandato que cada uno de ustedes directa o indirectamente eligieron para estar sobre nosotros. No debemos de adoptar la actitud de un Carlos Salinas de Gortari que tenia el pensamiento propio antes que cualquiera, que era un egoísta e implacable animal de caza, de un Felipe Calderón Hinojosa cual ser despiadado, austero e irracional y ahora como un Enrique Peña Nieto viviendo en un eterno analfabetismo sin doctrina, ni percepción clara de obra. Analicemos que los factores de cambio somos nosotros, los de salarios bajitos, los que usamos el transporte urbano, los que nos jodemos 10 horas diarias trabajando, los que nos atendemos en los IMSS e ISSSTE del país.
Todos tenemos un sitio en la organización de México, pertenecemos a una enorme cadena de autoridad que ha sido manipulada por muchísimo tiempo. No te conviertas en lo que más odias. De nada sirve hacer paros laborales, pancartas en cada uno de los puentes peatonales, marchas con todos los números, plantones en las plazas de cada ciudad; lo que necesitamos en un cambio de intelecto. Nos inoportuna porque somos ignorantes, porque vivimos en la falta constante de la educación.
Somos idiotas gobernados por idiotas. Si nosotros nos exigiéramos más, destináramos más tiempo a prepararnos, a conocer, a utilizar de una propia manera nuestro lenguaje llegaríamos a tener un cambio verdadero y desde los cimientos ¡nosotros! México, no te jodas más de lo que ya estas. No permitas más abusos, más desafuero, más inconsciencia. La situación es simple, si quieren hacer un cambio ¡empiecen en ustedes! Cualquiera puede escribir rebeldía, escribir contumacia, escribir revolución.
Cualquiera puede llamar al levantamiento, a la indisciplina, a la poca táctica del conflicto; pero ¿Cuántos de ellos hacen algo por nuestro país? No podemos vivir con los ojos cerrados ignorando aquello que no podemos ver y nuestra realidad no es la política o el mal gobierno. Nuestra realidad es el hambre, la ignorancia, la falta del libre pensamiento, el silencio y la haraganería. Mañana a pesar de nuestro Presidente, de los desaparecidos, de los muertos, mañana levántate y haz tu mejor esfuerzo por tu patria, por ti, por tu familia y por todas las personas que creemos que la realidad si tú lo pretendes es otra. Tal vez estas palabras hagan eco el en silencio, en la nada; sin embargo, si le llega a una sola persona ya habré hecho el cambio y creado la conciencia de que EL CAMBIO ESTA EN TI. Y si no lo entendiste en aun menos palabras y más llanas, te lo dejo así «DÉJATE DE CHINGADERAS Y PONTE A JALAR»
