En su necesidad de recuperar la confianza de la población, la clase priísta de Matamoros incurre en actos desesperados como ir repartiendo café frío y pan duro en hospitales públicos pidiendo el voto para el tricolor en las próximas elecciones.
Frente al contingente que la noche del jueves 25 llegó al Hospital Civil Dr. Alfredo Pumarejo se observó al dirigente del PRI Matamoros, Víctor Manuel García Fuentes y el encargado del Movimiento Territorial, Mario Tapia Fernández.
De hecho fue este último, conocido como el millonario de Santa Adelaida, el de la iniciativa de llevar café y pan de su cafetería particular a los familiares de enfermos internados en el Hospital Pumarejo.
En plan de campaña, con sus blancas camisas bordadas con el logro priísta que contrastaban con la humilde vestimenta de las personas que se encontraban afuera del área de Urgencias, los políticos entregaron los molletes y bisquetes duros no sin antes pronunciar discursos resaltando el «alto sentido humanista» del Revolucionario Institucional.
Abriéndose paso entre las personas que aguardando noticias de sus seres queridos enfermos, lo que menos querían era escuchar mensajes partidistas, Víctor García Fuentes y Mario Tapia prometieron regresar cada semana para seguir repartiendo café frío y molletes procedentes de la Cafetería La Ocho, propiedad del segundo.
Se trata de la primer acción de peso de Mario Tapia como líder del Movimiento Territorial para recuperar los votos perdidos y conseguir un resultado a favor en las elecciones del 2015 donde todo indica que Mónica González García será postulada como candidata a la diputación federal.
Con un mínimo arraigo en Matamoros y más cercana a las esferas empresariales que a la población, Mónica González es una candidata proclive a nueva derrota para el PRI, algo que sus dirigentes saben y que los atemoriza por lo que están dispuestos a sacar votos hasta debajo de las piedras para evitar una nueva derrota en las urnas.
Considerado un esbirro de Erick Silva Santos, con quien participó en el saqueo de la Presidencia Municipal como Oficial Mayor, ahora Mario Tapia se da baños de pueblo al juntarse con los más pobres a tomar café, cuando en su momento fue de sobra conocido el enriquecimiento ilícito que lo llevó a transformar su modesta casa campestre del ejido Santa Adelaida en una finca con toques modernistas decorada con los adornos que trajo de sus continuos viajes a Cancún, Estados Unidos y China, entre otros países.





