Con el papel de baño por delante, los diputados Ramiro Salazar Rodríguez del PAN y Guadalupe Biasi Serrano de Movimiento Ciudadano llegan casi de la mano a colonias de Matamoros, no les importa que sean de partidos diferentes cuando su alianza tiene que ver con recuperar el capital político de sus hijos: la ex alcaldesa Leticia Salazar Vázquez y quien fuera el hombre fuerte de su administra
ción: Luis Alfredo Biasi.
Y es que si bien las apariciones publicas de Lety han sido limitadas desde finales de septiembre, cuando le entrego la alcaldía a la competencia, se ve toda la mano de la ex jefa de la comuna para conservar su estructura política, notoriamente disminuida sin el apoyo de su partido, el PAN, y la cual esta en poder de su enemigo político y primer panista de Tamaulipas, el Gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Para dar fuerza a su objetivo, la panista sabía que no era suficiente enviar la desgastada figura de su papa, el lobo de mar, Ramiro Salazar Vázquez, por lo que no le importo exhibir su alianza vieja y conocida con el Movimiento Ciudadano, representado en el Congreso de Tamaulipas nada menos que por Guadalupe Biasi Serrano, y quien sin tener mayores méritos también tiene curul debido a las influencias de su hijo Luis Alfredo Biasi en el partido que regentea a nivel nacional Dante Delgado.
Así que a través de la organización Consejeros de Colonia, Lety y Luis Alfredo aceitan su mini estructura, solo que sin exponerse y para ello mandan a sus sexagenarios padres, don Ramiro y doña Lupita, quienes cargados con paquetes de papel sanitario del más barato, buscan convencer a las masas de seguir creyendo en que sus vástagos tienen futuro político, cuando de antemano se les sabe repudiados desde Casa de Gobierno, hoy llamada Casa Tamaulipas.
Sacando la cara por sus chamacos, es como se observa a los dos diputados locales, los cuales ninguno ha cumplido su obligación de abrir oficina de gestoría, pero si llegan dando mandado del más barato y papel rasposo que estarría más suave una de las lijas que vende don Ramiro en su negocio de la calle Tres.





