Regidores priístas rechazaron el nuevo reglamento de seguridad vial por considerar que las multas están por encima de los ingresos de un asalariado.
Fue Argelio Nevarez, líder del gremio de veladores (aunque él duerme como un lirón) quien descalifico el documento al afirmar que su único objetivo no es proteger al ciudadano sino recaudar dinero para las arcas municipales.
«Por eso esas multas de 9 salarios mínimos por no traer el cinturón cuando sabemos que los carros cielos que tiene la mayoría pues no cuentan con el dispositivo y ahora van a ser castigados económicamente».
Al rechazo de la clase priísta del cabildo no se sumó el de los representantes del Partido Nuevo Alianza, cuyos integrantes Luis Orozco y Ulises Ruiz Pérez terminaron por levantar la mano junto la mayoría panista a favor del nuevo reglamento, especialmente este último que no perdió la oportunidad de agarrarse hablando como merolico.
«Yo quiero dar mi voto, pero hoy a explicar mi voto a favor de este reglamento siempre y cuando…» Y se agarró Ulises habla y habla sin que nadie le pusiera atención a su poco estructurado discurso.
De regreso a la discusión el rechazo tricolor se vio aislado y se limitó a la débil negativa de Argelio y las damas Guadalupe Chapa y María Elena González Benavides pues el cuarto priísta Eduardo García Avendaño había pedido licencia para no asistir. Trascendió que estaba de vacaciones en Las Vegas.
Con todo y que la crítica de los tricolores al aumento en las multas y restringir incluso un abrazo a los seres queridos dentro de los automóviles, al final la maquinaria azul se impuso y aprobó el reglamento criticado.
Sensible por sus 8 meses de embarazado, a punto de turrón, la regidora Priscila Lagunas Cuellar quien apenas puede caminar, salió al paso a las acusaciones de los priístas y defendió el reglamento al decir que el deseo de la primera autoridad es poner un orden vial. No perdió la oportunidad de felicitar por su iniciativa a la alcaldesa Leticia Salazar Vázquez, a quien quiere de comadre.
