Momentos de nerviosismo puro se vivieron durante los 94 minutos del juego entre México-Camerún en el Parque Olímpico de Matamoros.
Al filo de la butaca, unos 400 fronterizos se la pasaron con el Jesús en la boca en todo el partido dirigiendo sus reclamos y una que otra mentada de madre al colombiano Wilman Roldan que anuló dos goles del mexicano Giovani Dos Santos.
«Chingas a tu madre pinche vendido», fue el grito de guerra en las butacas traseras del auditorio Olímpico, a donde se había convocado a la comunidad matamorense para disfrutar el primer partido de la selección en el mundial Brasil 2014.
Chicos y grandes, en carro y a pie, en muletas y hasta en sillas de ruedas, los fronterizos fueron llegando al auditorio desde las 11 de la mañana para dispersarse siempre bajo la vigilancia de una decena de policías que buscaban evitar el ingreso de bebidas embriagantes al recinto.
Con la camiseta verde bien puesta, Sandra Luz García, directora de IMACULTA, quería que el auditorio se llenara.
«Lo que pasa es que es muy grande este lugar pero tenemos una buena asistencia, dijo mientras miraba en el medio tiempo la riga de balones y camisetas.
Antes de que terminara el primer tiempo, llegó al Parque Olímpico personal de Giras y de la Secretaría Particular, por lo que durante 20 minutos se esperó el arribo de la alcaldesa Leticia Salazar Vázquez, algo que al final no sucedió.
Fue en el segundo tiempo, al minuto 61 cuando Oribe Peralta, la nueva adquisición del Club América anotó a partir de un pase que le hiciera Héctor Miguel Herrera a Giovanni y el cual falló pero al ser rebotada por el portero camerunés fue aprovechada por el ex jugador estrella de Santos de la Laguna.
Los 33 minutos restantes fueron de nerviosismo puro para los asistentes al Olímpico, que ansiaban el segundo gol pero se quedaron con las ganas.
