No es juego de niños, tampoco una mala moda pasajera o una práctica inofensiva, el bullying, como se conoce al maltrato escolar, causa en los menores todo un daño emocional, trastornos como ansiedad, pérdida de apetito y de sueño, da origen a la inseguridad que lo acompañara en su vida adulta, y en casos extremos, como el del niño Héctor Méndez Ramírez, también mata.

la foto 2 (2)En Matamoros la amenaza está presente, por lo que directores de escuelas públicas fueron convocados a realizar actividades contra el bullying, conferencias, carteles y concursos en los que maestros y alumnos deben de interactuar y diseñar estrategias para combatir el maltrato verbal y físico que se da en las aulas, patios y entornos escolares, afirmó Francisco Sánchez Salazar.

«Algo tenemos que hacer y con ayuda de los mismos muchachos para que ellos plasman con sus mismas ideas como podemos protegernos unos a otros dentro de los mismos planteles, es una situación que ha ido creciendo y por eso tenemos que entrarle todos, desde la familia, los maestros, los alumnos darse cuenta que esa violencia no lleva a nada bueno como lo estamos viendo en Victoria donde un menor perdió la vida por un caso de maltrato».

El representante de la Secretaría de Educación de Tamaulipas en Matamoros reconoce que la solución no radica en esconder el problema ni sacarle la vuelta.

«A mi me ha tocado ver casos, como director los conocí más de cerca, lo que pasa es que el maestro, y de hecho toda la sociedad, nos hemos vuelto insensibles, vemos que esta pasando y le sacamos la vuelta, podemos ver como esta la bolita de estudiantes y no hacemos caso porque creemos que no pasa nada cuando en verdad pasa mucho».

la foto 4 (1)Aseguró que el llamado permanente tiene que ver con que directores y maestros fronterizos no minimicen el tema, y que en primaria y secundarias, principales escenarios de los abusos físicos entre alumnos, exista siempre un responsable de grupo.

«En el caso de las secundarias especialmente existe la figura del prefecto, que debe estar en los salones, en los pasillos, en las explanadas, vigilando el comportamiento para los alumnos, de nada sirve que estén en las oficinas cuando se les necesita afuera, inhibiendo este comportamiento entre los alumnos y reportando cualquier incidente que encuentre fuera de lugar»

El jefe de Servicios Regionales de la Educación afirmó que son los padres de familia el primer filtro para identificar cuando un niño es objeto de maltrato por parte de sus compañeros.

«Y en casos así no se puede quedar callado, tiene que ir a la escuela, denunciar lo que esta pasando y pedir el apoyo del maestro o del director, si en determinado momento se siente ignorado los invitamos a que vengan aquí, para hablar con el supervisor y encontrar juntos una solución, antes de que sea demasiado tarde».

Maltrato mortal

Para Héctor Méndez Ramírez lo fue: después de ser víctima del llamado «columpio», en el que varios de sus compañeros lo sostienen para después estrellarse contra la pared, el niño de 12 años, alumno de la secundaria general número 7 de ciudad Victoria murió por las graves lesiones recibidas, ayer sus compañeros protestaron en la capital del estado.

Cuando un estudiante es víctima del acoso escolar, hay comportamientos que lo delatan, asegura Miriam Morales Tapia, directora del Centro Para la Atención Psicológica, CAPSI, y quien ha dado terapias a pacientes con secuelas después de sufrir maltrato en el salón de clases.

«El peor bullying es el emocional, el maltrato con una palabra o con un gesto puede ser peor que el empujón o el golpe, por eso los padres deben estar muy al pendientes, porque el daño puede ser permanente, un  niño maltratado va a desarrollar una inseguridad que lo acompañara en su vida adulta y trastornos emocionales permanentes».

Un padre de familia atento  debe entrenarse para conocer cuando su hijo es víctima de maltrato, revela la especialista.

«La primera señal es que el niño no quiera ir a la escuela, porque por algo es, despues esta que pierda el apetito, el sueño, que se vuelve introvertido, hay gestos muy específicos y cuando el padre se de cuenta no debe ignorarlos, al contrario, debe ir a la escuela e investigar qué es lo que esta pasando, hablar con el maestro y pedirle que ponga un alto a los agresores antes que le sigan haciendo daño al bulleado».

De no hacer caso a este tipo de conductas, se corre el riesgo de que el maltrato llegue a mayores como pasó con Héctor Méndez en Ciudad Victoria, o que el menor maltratado busque un escape.

«Hay casos de niños que se han suicidado porque no soportan el abuso, entonces es necesario que los padres estén atentos al comportamiento de sus hijos y que el maestro no minimice una circunstancia así, que no ignore ni sea negligente, que se enfrente a los niños que están bulleando y se les prohíbe seguir con ese comportamiento».

Juegos de manos

Cuando llegó a la Secundaria Federal Numero 4 de Matamoros, el profesor Raul Moreno no pudo ignorar los grafitis con palabras e imágenes obscenas pintarrajeados en la barda escolar, tampoco los vidrios quebrados de los salones, las puertas destruidas y el mal comportamiento de sus alumnos.

la foto 1 (2)«Era un verdadero caos, pleitos aquí, pleitos allá, un muy mal estado de la escuela y un ambiente tenso que tenía que ver mucho con que los mejores promedios estaban en la mañana y en el turno de la tarde se mandaba a los jóvenes con bajas calificaciones, entonces había provocado una resentimiento entre los alumnos y las riñas a cada rato».

El nuevo director del plantel ubicado al fondo de la colonia Sección, en un barrio oscuro y conflictivo cercano a por lo menos 2 cantinas, agarro  aire y emprendió una serie de cambios drásticos que incluyeron la expulsión de los 3 alumnos más problemáticos, cambiar portones, y poner camaras de vigilancia en pasillos y explanadas para detener el maltrato.

«Pero lo principal fue mezclarlos a todos, nada que los más listos en la mañana y los que no en la tarde, pusimos más vigilancia y empezamos con un sistema de estímulos que incluye regar memorias USB y dinero a los que tienen mejor nivel de aprovechamiento a los que nos representen en certámenes escolares, es decir los estamos motivando a la excelencia».

Este tipo de medidas, afirma el entrevistado, ha permitido mejorar el clima en la Secundaria Federal Numero, donde los pleitos y «pintas» han disminuido, hay un mejor ambiente, y se ha conseguido por primera vez en mucho tiempo resultados en la población de mil 500 alumnos distribuidos en dos turnos.

«Es paso a paso,lo que yo le recomiendo a otros directores es que se acerquen a sus alumnos, ven cuales son sus intereses y participen con ellos, aquí por ejemplo les estamos organizando su fiesta del dia del estudiante y vamos a regalar bicicletas, balones, memorias, les acabamos de celebrar a las madres con una fiesta muy completa también y seguimos trabajando en integrarlos, que no se sientan solos o abandonados porque es cuando empiezan esas manifestaciones de violencia».

Ciberbullying

la foto 5Además del insulto o el golpe, hay otro tipo de maltrato entre los estudiantes que les hace mucho daño y se vuelve viral: el ciberbullying.

«Es muy preocupante que los muchachos se empiecen a molestar a traves de las computadoras, que se pongan fotos o apodos en facebook, porque deja de ser una situación entre dos y tiene un alcance mayor que puede generar mucho daño en el afectado».

Ramiro Arias, coordinador de Seguridad Escolar de la SET en Matamoros, señaló que el uso de teléfonos móviles entre estudiantes de secundaria y preparatoria favorece este tipo de  ciber maltrato.

«Pues el alumno puede hacer uso de esos aparatos en la escuela, tomar fotos, hacer videos y luego subirlos causando un daño en su compañero o compañera, a lo mejor no un daño físico, pero sí psicológico y sucede sobre todo entre los que fueron novios, que al momento del rompimiento empiezan con sus ofensas y con sus insultos».

El funcionario educativo reveló que no hay un registro de incidencias mayores, como la ocurrida en ciudad Victoria, en escuelas de Matamoros.

«Pero hay que trabajar para descartarlo por completo, maestros y padres de familia deben estar en comunicación para en casos así intervenir a favor del estudiante, deteniendo una situación de maltrato que no queremos que pase», puntualizó.

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